En la remota tierra de Alberta, Canadá, Pipestone Creek se erige no como un tesoro de minerales preciosos, sino como un asombroso yacimiento de fósiles. En este singular “Río de la Muerte”, los dinosaurios fueron atrapados en un momento trágico hace 72 millones de años, dejando atrás un legado que desafía nuestra comprensión actual.
Este cementerio prehistórico es objeto de intensa investigación, gracias a los esfuerzos de expertos como la profesora Emily Bamforth, publica la BBC.
Un hallazgo asombroso: La densidad de fósiles
Los investigadores han descubierto una densidad sorprendente de fósiles que se extienden en una pequeña área de un tamaño equivalente a una cancha de tenis, donde se estima que hay hasta 300 huesos por metro cuadrado.

Este enfoque ha revelado un panorama fascinante de la era de los dinosaurios, mostrando que Pipestone Creek podría ser uno de los yacimientos óseos más importantes de América del Norte, con miles de restos del Pachyrhinosaurus y otros antiguos habitantes.
La manada en migración: Un evento catastrófico
Las teorías señalan que los dinosaurios en Pipestone Creek formaban parte de una manada migrante, que fue devastada por un evento cataclísmico.
Se sugiere que una repentina inundación, quizás provocada por tormentas intensas, podría haber atrapado a estos animales herbívoros en un desastre natural. Las piedras encontradas en el lugar cuentan la historia de una fuerza imparable de la naturaleza que selló su destino.
Un misterio que sigue sucediendo
La exploración de Pipestone Creek continúa, y los investigadores están decididos a desentrañar los secretos de este yacimiento antiguo.

Cada fósil es una pieza del rompecabezas que podría iluminar el pasado de la Tierra y ofrecer una ventana al mundo perdido de los dinosaurios.
En última instancia, el estudio del “oro paleolítico” de Pipestone Creek no solo nos cuenta sobre el fin de una era, sino también sobre la resiliencia y la maravilla de la vida que alguna vez fue.