La noticia de que Colossal Biosciences, con sede en Dallas, ha creado tres cachorros de lobo terrible utilizando ADN antiguo, clonación y edición genética en lobos grises, sus parientes vivos más cercanos, ha causado revuelo en el mundo científico y mediático. La empresa afirma que este es el “primer animal del mundo desextinto con éxito”.
Se utilizaron ADN de un diente de 13.000 años y un cráneo de 72.000 años para ensamblar dos genomas de Aenocyon dirus de alta calidad, que luego se compararon con cánidos vivos para identificar variantes genéticas específicas. Se realizaron 20 modificaciones en 14 genes de lobos grises utilizando la tecnología CRISPR para lograr una apariencia similar al lobo terrible, que era más grande y tenía una mandíbula más fuerte que los lobos grises actuales.
Colossal Biosciences y su anuncio sobre los lobos terribles
Beth Shapiro, directora científica de Colossal, considera a los cachorros, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, como el primer caso exitoso de desextinción, describiéndolos como “copias funcionales de algo que solía estar vivo”. Ben Lamm, cofundador y CEO de Colossal, declaró que este hito demuestra que su tecnología de desextinción funciona.
Sin embargo, la comunidad científica se muestra dividida.
Qué dicen desde el Conicet sobre el anuncio del lobo terrible
Daniel Salamone, presidente del Conicet y experto en edición genética, si bien reconoce la magnitud de la innovación, expresó sus reservas sobre las implicaciones ecológicas y éticas del proyecto.
En declaraciones a Radio Mitre, Salamone señaló que aunque los lobos modificados presentan características físicas similares a sus ancestros, no se puede considerar que sean especímenes auténticos. Argumenta que es muy difícil realizar todos los cambios necesarios para recrear al animal primitivo, y existe un profundo desconocimiento sobre muchos aspectos del genoma y su función.
Además, advierte que estos animales probablemente no cumplirían el mismo rol en el ecosistema biológico que las especies extintas, incluyendo la posible falta de sus presas.

“No es el animal original, porque es muy difícil que se hayan realizado todos los cambios necesarios para que sea ese animal primitivo. Además, existe un profundo desconocimiento sobre muchos aspectos del genoma y su función. Es algo que sin duda tendrá un rol que iremos descubriendo a medida que avancemos, y seguramente encontraremos partes dormidas del genoma que desempeñan un papel muy importante”, explicó Salamone, sugiriendo que este tipo de avances podría crear animales que, aunque parezcan físicamente similares, no cumplirían el mismo rol en el ecosistema biológico que las especies extintas.
Salamone considera que esta dirección no es la correcta y que los esfuerzos deberían centrarse en la preservación de las especies actuales. Incluso mencionó que muchos zoológicos rechazan colaborar con Colossal Biosciences.
Como Jurassic Park
Salamone hizo una comparación con la famosa película Jurassic Park para ilustrar las similitudes entre el proceso de desextinción del lobo terrible y lo que ocurre en la ficción.
“En Jurassic Park, tomaban material genético de dinosaurios a través de un mosquito fosilizado”, explicó Salamone.
Al igual que en la película, donde los científicos debían completar los vacíos del ADN con material de otros animales, en este caso los científicos de Colossal Biosciences utilizaron ADN antiguo de lobos terribles extraído de fósiles para ensamblar el genoma, complementándolo con genes de lobos grises.
El presidente del Conicet también destacó que, al igual que en Jurassic Park, que mostraba a los animales creados con comportamientos y características inusuales, este lobo “desextinto” podría presentar rasgos y comportamientos que no son exactamente los del lobo terrible original.
Debate sobre el anuncio de Colossal Biosciences: son lobos grises
Love Dalén, profesor en genómica evolutiva de la Universidad de Estocolmo y asesor de Colossal, tiene una perspectiva diferente.
Aunque reconoce que genéticamente son 99,9% lobo gris, afirma que llevan genes de lobo terrible que los hacen parecerse más a ellos que cualquier cosa vista en los últimos 13.000 años. Para Dalén, se ha resucitado el fenotipo del lobo terrible, es decir, sus rasgos observables. Sin embargo, también admite que habrá un debate en la comunidad científica sobre cuántos genes necesitan ser cambiados para considerar a estos animales como lobos terribles, calificándolo como una pregunta filosófica.
New Scientist crítica del anuncio
La revista New Scientist fue más crítica, afirmando que los cachorros son en realidad lobos grises con ediciones genéticas destinadas a hacerlos parecer a la especie extinta, y no un verdadero lobo terrible.
Argumentan que, a pesar de compartir el 99,5% de su ADN, la diferencia en millones de pares de bases es significativa. Beth Shapiro reconoció que solo 15 de las 20 modificaciones genéticas se basaron directamente en el genoma del lobo terrible, con el objetivo de alterar su tamaño, musculatura y forma de las orejas, mientras que cinco cambios estaban relacionados con el color del pelaje en lobos grises.
Shapiro también señaló que la definición de especie es un sistema de clasificación humano, y Colossal está utilizando el concepto de especie morfológica, basándose en la apariencia.
Christopher Preston, profesor de filosofía ambiental de la Universidad de Montana, aunque reconoce que Colossal parece prestar atención al bienestar animal, duda que los lobos terribles puedan desempeñar un papel ecológico viable en la actualidad.

A pesar del debate, Colossal Biosciences espera que las tecnologías utilizadas puedan aplicarse a la conservación de animales en peligro de extinción, mencionando la clonación de lobos rojos utilizando un enfoque menos invasivo desarrollado durante la investigación del lobo terrible.
La empresa ha invertido significativamente en este proyecto, con una financiación de al menos 435 millones de dólares desde su fundación en 2021. Los tres cachorros viven en una instalación vigilada de 809 hectáreas. El futuro de estos animales y el impacto de la tecnología de desextinción en la ciencia y la conservación siguen siendo temas de intensa discusión.
