Una abuela mendocina se hizo viral en redes sociales en los últimos días luego de una conmovedora iniciativa que tuvo para acompañar a su nieta, que padece Trastorno de Espectro Autista (TEA) en el inicio de la escuela primaria.
Sandra, la abuela que intervino los lápices de su nieta con autismo
Sofía, la nena en cuestión, tiene seis años y junto con su hermano mellizo Víctor, que también posee la enfermedad, arrancaron el ciclo lectivo en Luján de Cuyo, lugar de donde son oriundos.
Si bien los hermanitos son inseparables desde que nacieron y más aún cuando se enteraron que padecen TEA ambos, los especialistas le recomendaron a los pa<dres que tuvieran clases en lugares separados.
Víctor lo hace en una escuela especializada en chicos con este tipo de trastornos y Sofía arrancó nada menos que en una escuela “común”, todo un desafío para ella y su familia.
Sandra, la abuela, publicó en su cuenta en Facebook cómo intervino los lápices de colores de Sofía con el fin de recordarle lo mucho que su familia la quiere y la acompaña.
“Te amamos”, “Disfrutá la vida” y “Vos podés” son algunos de los mensajes que Sandra escribió a la altura de la base de los elementos de estudio de su nieta.
“¡Para ella todo es alegría!”, dijo Sandra a Los Andes quien, junto a su ex marido y abuelo de los niños -Luis-, han estado siempre junto a Sofía, Víctor y a la madre de ambos -y su hija- Ana.
Sandra compartió en Facebook la foto con la iniciativa que tuvo de escribirle mensajes de amor y cariño a su nieta para ayudarla a encarar este momento tan importante en su vida.
Con una cuchilla quitó parte de los lápices de colores a la altura de la base, y allí le escribió las frases para motivarla.
“Como abuela me surgió una idea para acompañarla en el aula. Pensé en los colores, en escribirle frases que saliesen de mi corazón. Para ella es todo un desafío todo. Por eso me pareció que ese detalle le hará entender a los demás la importancia del respeto y la empatía con los demás”, reflexiona Sandra, y agrega: “Mi nieta es la dulzura personificada, ¡jamas se enoja, siempre sonriente, muy valiente!”.
“Sofía te amamos”, “Vos podés”, “Intentalo siempre” y “Sonríe siempre” son algunos de los mensajes que Sandra escribió a su nieta al costado de los 12 lápices de colores.
Víctor, el hermano de Sofi (“el amor de mi vida”, como lo describe entre risas Sandra) sigue en el Instituto Alas.
“Está en el proceso de socializar un poco más, sobre todo porque los ruidos y cuando hay mucha gente son cosas que lo afectan. Pero ahí vamos”, destaca con entusiasmo y optimismo Sandra. Y agrega que Sofía continúa con el acompañamiento de los equipos de Fonoaudiolgía y Psicopedagogía de ese mismo establecimiento.
