Estudiantes del colegio San José, de barrio Alto Alberdi en Córdoba Capital, decidieron ayer por la tarde levantar la toma del establecimiento tras más de 24 horas de medidas de fuerza para rechazar la sanción que los dueños de la institución educativa le aplicaron a la directora del nivel secundario.
La directora Candelaria Stancato había resuelto amonestar a un grupo de alumnos que habría participado en el mismo colegio del acceso y observación de fotos íntimas de una estudiante (sin su consentimiento). Para la sociedad propietaria la sanción habría sido una decisión “desmedida”.
Según la directiva del establecimiento, el grupo de adolescentes participó en la “difusión de fotos íntimas”, pero los padres de los chicos acusados aseguran que solo las visualizaron. Y que luego, sufrieron un “hostigamiento” por parte de la directora.
Tras la queja de esos padres, los dueños de la institución dejaron sin efecto las amonestaciones y suspendieron a la directora por 15 días, sin goce de sueldo. Además, señalaron que ella había incurrido en otras faltas, como por ejemplo no presentarse a una reunión para intentar resolver el tema.
La decisión de los dueños del colegio fue mal recibida por otros alumnos, por los padres de estos y por varios docentes, quienes el lunes resolvieron tomar el colegio, medida que finalmente fue levantada frente a la posibilidad de que se revierta la decisión.
No obstante ello, el conflicto tomó ayer otro cariz, cuando trascendió que habría una denuncia ante el Polo de la Mujer por la filtración de las fotografías de la alumna. Según fuentes policiales y judiciales, a raíz de esa presentación, habría intervenido la Fiscalía Penal Juvenil de Primer Turno y tres estudiantes estarían actualmente siendo investigados por sus actos por la justicia.
La víctima sería una estudiante de sexto año del colegio San José, y los alumnos que habrían divulgado sus fotos asistirían a quinto año del establecimiento.
El hecho habría ocurrido meses atrás, pero la sanción a la directora se aplicó hace unos días, lo que provocó el enojo de parte de la comunidad educativa que salió en su defensa, incluyendo la toma decidida por los estudiantes de varios cursos.
“Ella hace 25 años que está en la escuela. Pedimos explicaciones, no nos dieron una respuesta y organizamos un plan de lucha”, dijeron algunos profesores del colegio.
Ayer se realizó una reunión entre las partes, con la participación de funcionarios del Ministerio de Educación de la Provincia, intentando resolver el conflicto. Por la tarde, la toma del colegio se levantó, pero no se llegó a un acuerdo.
Para hoy está programada otra reunión con la mediación de la Dirección General de Institutos Privados de Enseñanza (DGIPE). Las clases se dictarían normalmente.
“Desde esta Dirección debemos garantizar el derecho de los estudiantes a la educación. Estamos facilitando espacios de diálogos para que puedan llegar a un acuerdo”, sostuvo el titular de la DGIPE, Darío Ramos, en diálogo con La Voz.
Hasta el momento no hubo una solución definitiva a la disputa desatada en el tradicional establecimiento educativo cordobés.
El eje del conflicto
Tras la sanción a los estudiantes que observaron las fotos, los padres de los chicos amonestados solicitaron a la directora a través de una carta que pidiera disculpas a los alumnos “por haberlos insultado” y que enviara un correo electrónico aclarando información que consideraban errónea. También, que eliminara las sanciones impuestas.
Tras no recibir respuesta, acudieron a la sociedad propietaria del colegio, que fue la que decidió suspender a la directora y quitar las amonestaciones de los chicos.
Luego de aplicada la sanción a la directora, otro grupo de docentes, padres y alumnos del colegio salieron a respaldar a la directiva y a objetar la decisión de los propietarios.
Paula Schaller, profesora y delegada docente del colegio, calificó como “arbitraria, injusta y desmedida” la sanción y pidió que se revierta. “No hubo apercibimientos, ni sumario previos. Directamente avanzaron con la sanción”, advirtió la profesora, y destacó que las amonestaciones a los estudiantes llegaron luego de la intervención del Equipo de Gestión en una caso al que calificó como “muy complejo”.
Por ello, remarcó que no se trata de un “ataque individual (a la directora), sino de un ataque contra el proyecto de escuela que se viene construyendo hace años”.
Schaller dijo que ese “es el proyecto que hace que las familias decidan por este colegio, que docentes elijamos este colegio que se enmarca en una práctica democrática, de construcción colectiva, del diálogo y de la formación desde la perspectiva de los Derechos Humanos y la Educación Sexual Integral”.
Hasta el momento, los miembros de la sociedad propietaria del colegio San José no han realizado declaraciones públicas sobre el tema.
