Yamila Elizabeth Cuello tenía 21 años cuando desapareció aquel 25 de octubre de 2009 de la casa en la que vivía junto a su abuela, en barrio Coronel Olmedo, de la ciudad de Córdoba. Desde ese entonces pasaron 15 largos años, y la causa judicial que se abrió por su desaparición transitó por una fiscalía del fuero provincial y por distintas fiscalías y juzgados federales que hasta hoy no lograron explicar qué pasó con ella.
Este jueves comienza el tramo final de una búsqueda incansable por la verdad, cuya cara más visible es la de Soledad Cuello, quien luchó para demostrar que su hermana fue víctima de trata de personas por parte de su expareja, Néstor Simone, y del hermano de crianza de éste, Horacio Ramón Palacios. Ambos tenían 20 años más que Yamila.
El juicio se desarrollará en el Tribunal Oral Federal N°2 de la ciudad de Córdoba, integrado por las juezas Noel Costa, Fabián Asís y Carolina Prado. El fiscal del Tribunal será Carlos Gonella y por el momento hay cuatro audiencias previstas, aunque el proceso podría extenderse si se suman testigos y pruebas a la causa.

Los dos acusados llegan al juicio imputados por la fiscalía Federal N°1 a cargo de Enrique Senestrari, por homicidio. En el caso de Palacios se suma la acusación por trata de personas. Ambos están en libertad.
Un largo proceso judicial
El caso de Yamila Cuello comenzó en la Justicia provincial con la denuncia de su abuela. Pero en 2010 pasó al fuero federal cuando surgieron indicios de trata de personas. El expediente indica que Yamila era utilizada como moneda de cambio en juegos clandestinos por parte de Simone y Palacios. Sin embargo, la causa sufrió demoras y sobreseimientos que frustraron la investigación.
En 2010, el juez Alejandro Sánchez Freytes sobreseyó a Simone por falta de pruebas del delito de trata de personas. Esa decisión no fue apelada por el fiscal de aquel momento y cerró la posibilidad de juzgarlo por ese delito. Ese mismo año, el juez Ricardo Bustos Fierro intentó derivar la causa a la Justicia provincial, argumentando que sólo había indicios de homicidio, pero la Cámara Federal rechazó esa postura y confirmó la competencia federal.
Ese primer sobreseimiento de Simone es uno de los momentos más cuestionado por la familia de Yamila.
La hipótesis
La principal hipótesis de la causa es que Yamila Cuello fue asesinada en un contexto de violencia de género y explotación sexual, algo que conocemos hoy como femicidio, pero que en ese entonces (octubre de 2009) no estaba incorporado como agravante en el Código Penal, por lo que no puede aplicarse esa figura.
El desafío para la querella y la acusación será demostrar el homicidio. El cuerpo de Yamila nunca fue encontrado, por lo que tomarán relevancia las pruebas testimoniales y el rastreo de los celulares de la víctima y de Simone, que marcan una última comunicación el mismo día en que desapareció la joven, según el requerimiento de elevación a juicio.
“Simone se comunicó con ella ese día, la pasó a buscar, y luego no la llamó más. Cambió sus teléfonos y fue la última persona en verla con vida”, explicó el fiscal Gonella. Además, resaltó que Simone había sido denunciado por amenazas y violencia de género en relaciones anteriores, lo que refuerza el patrón de conducta violenta del acusado.
Mercedes Crespi, abogada querellante del papá de Yamila, Nicolás Cuello, dijo en diálogo con La Voz: “Hoy llegamos al juicio con una gran expectativa, hemos ofrecido ocho testigos nuevos y esperamos que en el debate surjan elementos concretos, sobre todo respecto al homicidio”. La abogada interviene en la causa desde 2012
Graciela Taranto, abogada por parte de Soledad Cuello, sostiene que el aporte de los testigos en la causa es clave. “Yamila tenía signos de quemaduras y de violencia física por parte de Simone”, dijo, y sostuvo que hay muchos testimonios que dan cuenta de la explotación de ambos imputados sobre cómo la intercambiaban como mercancía en mesas de juego y la utilizaban para realizar estafas y robos.
El aislamiento de sus contactos y el aprovechamiento de su vulnerabilidad económica y afectiva, fueron claves para lograr ese sometimiento y manipulación, según la causa.
Yamila conoció a Simone en 2005 y mantuvo una relación sentimental con él durante años. “En la última etapa de la relación, ella logra distanciarse gracias a la contención de sus amigos y familia. Se empoderó y pudo poner un freno a ese sometimiento. Sin embargo, él la hostigaba, la buscaba, seguía llamándola constantemente. Creemos que terminó matándola por eso”, dijo Taranto.
“Estamos expectante de lo que suceda en el juicio y apoyamos la hipótesis de la acusación”, dijo.
Juan Pablo Cuello, de la “Coordinadora por la Aparición de Yamila Cuello” acompañó a Soledad durante años en la búsqueda de su hermana y recordó que la causa fue apoyada por organizaciones como NiUnaMenos, Asociación de Mujeres Meretrices (Ammar), La Garganta Poderosa, Pan y Rosas, entre otras. También remarcó el trabajo de la Coordinadora en el apoyo a otras causas de desaparición de personas, como la de Delia Gerónimo Prolijo y Facundo Rivera Alegre, entre otros. “Es una búsqueda de justicia que se le debe a toda la sociedad”, entendió.
Búsqueda de persona
El fiscal Gonella inició, en forma paralela a esta causa, un legajo de búsqueda de Yamila Cuello no con el fin de imputar a los acusados –ya que eso se tramita en el juicio–, sino respondiendo a la obligación internacional asumida por el Estado en los tratados de Derechos Humanos.

En esta búsqueda participan la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres del Ministerio Público Fiscal y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, junto al Equipo de Antropología Forense. El objetivo es sumar esfuerzos para conocer dónde está el cuerpo, en forma independiente al resultado del proceso jurídico en sí.
Desde la querella evaluaron esa medida como “positiva” y dijeron que podrán formar parte de la búsqueda de Yamila una vez culminado el proceso judicial.