Los limones son una fruta versátil y sabrosa que puede ser utilizada en una gran variedad de platos y bebidas. Si tenés un limonero en casa, o comprás ofertas por kilo, es importante que sepas cómo conservar tus limones para que puedas disfrutar de su sabor fresco y jugoso por mucho tiempo.
Como muchas otras frutas frescas, si dejamos el limón a temperatura ambiente no aguantará mucho más de una semana. ¿Qué hacer con el resto de limones si sólo necesitamos un par de rodajas o un poco de jugo para preparar nuestra receta?
Cómo conservar los limones frescos y jugosos por meses
- Las mejores condiciones para alargar la vida de los limones frescos requieren de temperaturas bajas, de alrededor de 10 °C a 13 °C, y de mucha humedad ambiental. Por eso se pudren más rápido si se los deja en una frutera, o fuera de la heladera.
- También es importante lavar bien los limones con agua y jabón antes de guardarlos, para minimizar la presencia bacterias y otros gérmenes o tóxicos en la piel, ya que estos aceleran los procesos de descomposición de la fruta.
- En un recipiente con tapa colocar agua y luego los limones limpios. Conservar en la heladera. Así, los limones se conservarán más frescos y jugosos por varios meses, debido a que necesitan de humedad.
- Otro truco para mantener este cítrico fresco por varios meses es guardarlo en una bolsa hermética, a la cual también puedes llenar con un poco de agua. Al momento de cerrarla sacarle todo el aire en el interior.
- En la heladera aguantan hasta cuatro semanas con este truco. Colocar los limones dentro de una bolsa de plástico, o mejor aún en bolsas herméticas de silicona, recipientes de plástico o alguna otra alternativa al plástico más sostenible.
- Para guardar limones durante más tiempo, se pueden congelar. Así se logra que aguanten hasta tres y cuatro meses. Después de lavarlos, secarlos y colocarlos en una bolsa de silicona o similar apta para congelar. Extrae todo el aire del interior de la bolsa y guardar en el congelador. Para descongelarlos, introducirlos en agua fría unos 10 minutos antes de usar.
- También se puede congelar limones en gajos o rodajas. De esta manera mantendrán mejor su textura interior. Cortar y luego repartir las rodajas o los gajos en una bandeja de manera que no se toquen entre sí, para evitar que se peguen unas a otras durante la congelación. Llevar la bandeja al freezer y dejar durante unas horas. Pasado ese tiempo, cuando las rodajas de limón estén congeladas, ponerlas en otro recipiente que optimice mejor el espacio: una bolsa hermética o un recipiente con tapa.
- Se puede congelar la ralladura de limón. Rallar la parte superficial de la piel, evitando la parte más blanca y amarga que está pegando a los gajos, y guardar la ralladura de limón en una o varias bolsitas herméticas para congelar.
- Lo mismo se puede hacer con el jugo. Exprimir los limones y colocar el jugo en cubeteras o recipientes herméticos y freezar.