La hipertensión arterial afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, cerebrales y renales.
La prevalencia de la hipertensión arterial en Argentina en individuos mayores de 18 años es de un 36,3%, o sea prácticamente 4 de cada 10 personas de ese grupo etario son hipertensas.
Por lo tanto es fundamental medir e interpretar las lecturas de la presión arterial con la mayor precisión posible.
Una alternativa válida cuando no se puede usar el brazo
Si bien la presión arterial suele medirse en el brazo, a veces no es posible debido a discapacidades, la ausencia de extremidades o problemas causados por afecciones como un accidente cerebrovascular.
La presión arterial se puede medir en el tobillo, pero estas lecturas suelen ser más altas que las del brazo.
Las pautas estándar para el tratamiento de la presión arterial se basan únicamente en las lecturas del brazo, lo que dificulta realizar estimaciones precisas basadas en las mediciones del tobillo, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos.
Cómo se calcula la presión en el tobillo
Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, publicada en BMJ Open analizó datos de más de 33.000 personas para crear un modelo predictivo personalizado que permite estimar con mayor precisión la presión arterial del brazo a partir de la presión del tobillo, en comparación con los métodos disponibles anteriormente.
El equipo desarrolló una calculadora en línea para que profesionales sanitarios y pacientes interpreten estas lecturas eficazmente. Según los hallazgos, esta calculadora logró mejorar la precisión de la interpretación de las mediciones de presión arterial tomadas en el tobillo, lo que podría ser crucial para las personas a quienes no se les puede medir la presión arterial en el brazo.
El profesor Chris Clark, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, director del estudio, comentó: “Nuestro nuevo método proporcionará una lectura de la presión arterial más precisa en aproximadamente un dos por ciento más de personas”.
No parece una cifra elevada, pero alrededor de un tercio de los adultos tienen presión arterial alta, y una vez que se llega a los 60 años, la cifra es superior a la mitad.
Los investigadores utilizaron modelos estadísticos sobre las lecturas de presión arterial del brazo y el tobillo de 33.710 personas (edad media de 58 años, 45 por ciento mujeres) en todo el mundo para ayudar a describir la relación entre la presión arterial del brazo y el tobillo, predecir la presión arterial del brazo utilizando lecturas de presión arterial del tobillo y predecir resultados de salud importantes (como el riesgo de ataques cardíacos) a partir de lecturas de presión arterial del tobillo.
Esta investigación podría ayudar a abordar una desigualdad en salud al proporcionar mediciones precisas y personalizadas de la presión arterial a personas que antes no podían medirse la presión arterial con precisión en el brazo.