El moho es uno de los problemas más comunes en los baños, especialmente en los techos. La combinación de humedad, vapor y escasa ventilación crea el ambiente ideal para que los hongos proliferen y dejen manchas oscuras difíciles de eliminar.
Sin embargo, un método casero difundido en redes sociales propone una solución sencilla y sin riesgos de salpicaduras.
Truco viral con lejía, pero sin esfuerzo
La creadora de contenido Estela Moreno (@soyestelamoreno), especialista en limpieza del hogar, compartió en su cuenta de Instagram un video donde explica cómo eliminar el moho del techo del baño usando lejía sin diluir, pero sin manchar la ropa ni llenar el ambiente de olor a cloro.
El truco consiste en aplicar la lejía con una mopa, en lugar de una esponja o trapo. Esto permite alcanzar el techo sin necesidad de subirse a una escalera y mantener una distancia segura del producto, evitando salpicaduras o la inhalación directa de sus vapores.
Cómo aplicar el producto correctamente
Según explica Moreno, el procedimiento es simple. En lugar de frotar el techo, se deben dar pequeños toques con la mopa para que la superficie absorba la lejía. De esa forma, el producto actúa directamente sobre el moho y las manchas se aclaran en cuestión de segundos.
El efecto, según se observa en el video, es inmediato. Las zonas ennegrecidas comienzan a aclararse sin esfuerzo. Luego, sólo queda dejar que el techo se seque completamente antes de repintar o limpiar nuevamente.
Secar bien y prevenir la reaparición
La creadora recomienda esperar al menos 24 horas antes de aplicar pintura o volver a usar el baño con normalidad. Esto evita que la humedad residual reactive el crecimiento del moho.
Para mantener los resultados, sugiere utilizar una pintura antimoho, disponible en ferreterías. Estas pinturas contienen aditivos fungicidas que previenen nuevos brotes y se pueden aplicar fácilmente con rodillo o brocha.
Claves para evitar que el moho vuelva
El moho tiende a reaparecer si no se corrigen las causas del exceso de humedad. Por eso, Moreno aconseja ventilar el baño todos los días, aunque sea por pocos minutos. Si el espacio no tiene ventana, se recomienda mantener encendido el extractor o usar un deshumidificador eléctrico.
Además, es importante secar la mampara y los azulejos después de ducharse y evitar dejar toallas húmedas dentro del baño. Pequeños hábitos cotidianos ayudan a mantener el ambiente seco y libre de moho.