Con la llegada del verano, el clima se convierte en un tema central tanto para el sector agrícola como para quienes planean disfrutar de la temporada de vacaciones. También para los que seguirán trabajando, sobre todo en las ciudades más concurridas del país, en medio del cemento y lejos de los espacios verdes.
El calentamiento global ha intensificado las preocupaciones en el mundo entero, y una de las manifestaciones más evidentes y perjudiciales son las recurrentes olas de calor. A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, estos fenómenos se vuelven más extremos y prolongados.
De todos modos, dos informes elaborados por expertos de diferentes instituciones argentinas traen un poco de alivio.
Temperaturas más altas, pero sin extremos recurrentes
El pronóstico climático trimestral desarrollado por un amplio grupo de profesionales de diversas instituciones prevé para los meses de diciembre, enero y febrero una mayor probabilidad de temperaturas entre normales y superiores a las normales para el norte del Litoral y el sur de la Patagonia. Mientras que para todo el resto del país, de manera uniforme el trabajo plantea que se esperan valores superiores a los tradicionales.
Pero, según los expertos, no se esperan olas de calor largas y agobiantes. A su vez, las precipitaciones tenderán a normalizarse en la zona central del país. Mientras tanto, a nivel global, se prevé que 2024 será el año más caliente jamás registrado.
Respecto de los extremos fríos de la temperatura mínima se espera una mayor ocurrencia, sobre todo en el noreste de Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, en tanto que esa probabilidad es más baja principalmente principalmente en Cuyo y Misiones.
Con todos estos elementos, Matilde Rusticucci, investigadora del Conicet y profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, lanza una previsión que brinda una luz de esperanza a todos aquellos que sueñan con atravesar estoicamente las inclemencias que nos tiene preparadas el verano 2025.
Cómo será el verano 2025: caliente, pero no quema
“Las temperaturas medias aparentemente van a ser más altas pero eso no implica que necesariamente tengamos eventos extremos de temperatura. De hecho, con este pronóstico no pareciera que en nuestra región vayamos a sufrir muchas olas de calor. Alguna podemos tener pero no se prevé que sean reiteradas ni significativas”, pronostica la climatóloga.
De todas maneras, las actuales condiciones océanicas y atmosféricas en el Pacífico ecuatorial han dado lugar a una fase neutra, es decir, sin la presencia del fenómeno Niño, ni Niña. Esta situación impone una mayor dificultad a la hora de elaborar pronósiticos.
“El Niño o la Niña es el primer forzante climático. Hay otros, principalmente el océano, que nos determina dónde van a estar ubicados las anticiclones, si son muy intensos o no, si vamos a tener más pasajes de frentes o menos. Pero, al estar ausente el Niño o la Niña, los pronósticos son más inciertos”, advierte Rusticucci en un informe publicado en Nexciencia.
Precipitaciones: un escenario variado
Las lluvias presentan un panorama heterogéneo. Se pronostican precipitaciones inferiores a las normales en el oeste y sur de la Patagonia, mientras que en el este de esta región podrían estar dentro del rango habitual. Para la zona núcleo agrícola, como Buenos Aires, La Pampa y Córdoba, las lluvias serían normales, lo que representa un alivio para el sector luego de una primavera más seca de lo esperado.
En el NOA y Cuyo, las precipitaciones estarían entre normales y superiores a lo habitual, mientras que en la Mesopotamia y el NEA la probabilidad de que se registren lluvias por encima, dentro o por debajo de la media es equivalente, lo que resalta la incertidumbre característica de esta fase neutra.
Un contexto global alarmante
A nivel planetario, el calentamiento global no da respiro y aunque todavía no terminó, los especialistas coinciden en señalar que 2024 será el año más cálido jamás registrado, con una temperatura media que superará en 1,5°C los niveles preindustriales.
“Es así. Lamentablemente 2023 había sido el más cálido, y ahora 2024 es más cálido que el anterior. Y muchos de los últimos meses estuvieron por encima del 1,5°C. El panorama no es alentador. Estamos tratando de minimizar los impactos negativos que llegan pero tampoco se hace demasiado. Siempre pensé que las nuevas generaciones iban a traer algunas soluciones, algunas ideas nuevas, pero por ahora no aparecen, o por lo menos, no llegan a los lugares de decisión”, subraya la experta.
Consejos para un verano sostenible
Ante este panorama, es crucial adoptar prácticas que mitiguen los impactos del cambio climático.
- Reducir el consumo energético
- Optar por medios de transporte sostenibles
- Proteger los recursos hídricos
- Prepararse para el clima extremo
El pronóstico trimestral es elaborado por profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN); del Instituto Nacional del Agua (INA); de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA); del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO UBA); personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta); de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC); del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet); de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).