En la ciudad israelí de Kfar Saba, ubicada a 70 kilómetros de la Franja de Gaza, la zona crítica donde se enfrentan el ejército israelí y el grupo islamita Hamas, el joven ingeniero riotercerense Nahuel Venier, de 25 años, vio el comienzo de este conflicto.
Sus días en Israel fueron los esperados: llegó en marzo de este año y estuvo cinco meses en un centro para inmigrantes, un lugar por el que pasan todos los que llegan a ese país con intenciones de radicarse allí.
Cuando salió de ese centro alquiló un departamento y comenzó a trabajar como consultor en hidrología para municipios de ese país.
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El pasado sábado 7, cuando la guerrilla Hamas atacó sorpresivamente Israel, matando y secuestrando a un gran número de personas, él se encontraba en la casa de unos tíos israelies en Kfar Saba. A las 6.30 lo despertaron y le indicaron que debía ir al refugio del edificio. Más tarde se enteró de que la frontera israelí había sido vulnerada por Hamas y que el país ingresaba en una guerra.
Sus días cambiaron repentinamente. ‘’Intenté seguir trabajando de manera virtual pero no se pudo. Todo el país se paralizó'’, contó.
Nahuel regresó a la Argentina como repatriado este martes 17. De Israel salió el domingo por la noche en uno de los vuelos del programa Regreso seguro que está repatriando a argentinos desde aquel país oriental, en un operativo conjunto organizado por el Ministerio de Defensa, la Cancillería Argentina y Aerolíneas Argentinas.
Durante ocho días vivió la guerra muy de cerca. ‘’Fueron días de gran incertidumbre, de mucha tensión. No sabía qué podía llegar a pasar y tampoco sabía si iba a poder regresar (a la Argentina)’’, contó a La Voz.
Mientras él imaginaba salir de la zona de conflicto, notaba cómo los ciudadanos israelíes vivían la guerra.
‘’Enseguida se vio cómo desde todo el mundo había israelíes que buscaban regresar para defender a su tierra. Voluntarios de todos lados llegaban para sumarse como voluntarios a las fuerzas armadas’', contó.
Durante esos ocho días Nahuel recuerda que fue dos veces a los refugios, el día que comenzó la guerra y luego a los tres días cuando en su ciudad volvieron a sonar las alarmas.
Nahuel fue uno de los más de 1.400 argentinos que se inscribieron para salir de Israel. Sintió alivio cuando desde Cancillería le informaron que el domingo a la noche partiría desde Tel Aviv con destino a Roma.
En su caso le tocó salir en el Boeing 737 matrícula T99 “Islas Malvinas” de la Fuerza Aérea Argentina que se sumó para colaborar con la repatriación de argentinos al avión Hércules C 130.
A las 11 de la noche del domingo llegó a Roma, donde estuvo algo más de un día para tomar un vuelo directo de Aerolíneas Argentinas hasta Ezeiza. A Córdoba regresó en la madrugada del miércoles. En ninguno de los vuelos tuvo que pagar pasaje.
‘’Me sorprendió que (los terroristas) hayan logrado quebrantar la seguridad, porque Israel es un país que tiene mucha seguridad’', relató.
Nahuel contó que se sintió seguro en todo momento, aunque con mucha incertidumbre. ‘’Mis padres en Río Tercero estaban muy intranquilos, pero yo les trasmitía tranquilidad. Siempre me sentí seguro’', contó.
‘’Israel es muy seguro, es muy dificil que un misil impacte en algún blanco porque allá funciona la cúpula de hierro, que intercepta a los misiles en el aire’', contó.
‘’Quiero agradecer a la Cancillería, a los trabajadores de las embajadas de Israel y de Italia, al personal de la Fuerza Aérea y a Aerolíneas Argentinas. Todos nos atendieron muy bien’', destacó el joven.
Nahuel piensa que en algún momento tiene que volver a Israel a cerrar algunos asuntos que dejó abiertos, como su cuenta bancaria y la obra social.
A la pregunta de si volvería a Israel a continuar tu vida allá, respondió: “Es algo que hoy no te lo podría contestar”.
