Tras varias idas y vueltas, con muy escasa información oficial y con la eliminación del presupuesto nacional destinado a turismo social, el futuro de los hoteles de los complejos estatales de Embalse (en Córdoba) y de Chapadmalal (en Buenos Aires) parece encaminarse a una eventual privatización o venta.
Tras la confirmación de que las unidades ya no dependerán de Turismo de la Nación y pasarán en los próximos días a la órbita de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), en Embalse se diluyen las ilusiones de sostener el predio abierto y con actividad ligada al turismo social que lo vio nacer.
Desde el gremio ATE, que mantuvo varias reuniones por este tema con el secretario de Turismo, Deportes y Ambiente de la Nación, Daniel Scioli, las últimas definiciones del Gobierno marcan ya el paso previo al cierre definitivo de las unidades, y su venta.
Leonardo Ladoux, directivo de ATE en Calamuchita confirmó que, en pocos días, las unidades pasarán a la AABE, en un trámite expeditivo.
Hay dos puntos que hacen poco probable la venta inmediata del enorme predio con un gran potencial de desarrollo turístico: los hoteles embalseños no podrían venderse ya que están en medio de una causa judicial, a raíz de un accidente laboral que le costó la vida a un trabajador, cuando se incendió el hotel 4 en medio de reparaciones, en 2021. Eso sería una eventual traba momentánea, al menos mientras la causa judicial no se cierre.
Otro punto es que los dos complejos de turismo social creados en la década de 1950 fueron declarados por ley “patrimonio histórico nacional”. Pero el Gobierno –anticipan otros– no dudaría en buscar la brecha jurídica para desactivar ese condicionamiento.
Sin que Scioli ni nadie del Gobierno confirme nada, en Embalse fuentes ligadas al tema estiman que podrían intentar licitar el complejo, quizá por partes, o entregarlo en comodato a privados.

De enorme valor
El predio, junto al mayor lago de la provincia de Córdoba, tienen 953 hectáreas según datos de ATE. En el municipio de Embalse hablan de unas 700.
Más allá de cómo se cuenten, de todos modos son de un enorme valor por su extensión y ubicación privilegiada. Además de las siete grandes estructuras hoteleras (entre las usables y las desde hace décadas abandonadas) cuenta con 50 bungalows, un complejo de piletas de natación, capilla, dispensario, sede policial, confitería, un parque forestado con playas al lago, y un gran polideportivo que supo contar mejores tiempos.
Mientras, los hoteles están cerrados, con actividad cero. Hasta semanas atrás, funcionaron parcialmente dos de las siete unidades. Varias están inutilizables desde hace años.
Ladoux contó, con pesar, que continuará la reducción de personal, que comenzó hace un mes con la desafectación de 11 personas. De los 65 que quedan, 35 dejarán de cumplir funciones a fin de mes. De ese grupo, habrá contratados que ya no tendrán su contrato renovado, como personal de planta que será pasado a disponibilidad. Del plantel, quedarán 30 que se ocuparán del mantenimiento y de la seguridad básica.
¿Transferirlo a la Provincia?
En el actual contexto, muy vertiginoso pero sin precisiones sobre las decisiones tomadas, se desmorona el compromiso de transferir el complejo, o parte, a la Provincia de Córdoba, que había comentado Scioli ante dirigentes de ATE en un encuentro semanas atrás.
De hecho, ante reiteradas consultas de La Voz, voceros del Gobierno provincial repitieron que no estaban analizando la cuestión porque nunca recibieron ninguna comunicación formal de la Nación al respecto.
En este escenario, se instala nuevamente y ahora con más fuerza, que la idea primera sería privatizar los complejos del Valle de Calamuchita y de la costa bonaerense. Ambos suman más de medio siglo dedicados al turismo social, con tarifas subsidiadas por el Estado para alojar a sectores sociales de menos recursos o delegaciones de jubilados y estudiantes.

Ladoux sostuvo que perciben ahora que el secretario de Turismo les “mintió” en el último encuentro que tuvieron en Buenos Aires, del que regresaron esperanzados. Parecía entonces que el hecho de que fueran “monumentos históricos” frenaría la venta o privatización.
“No sabemos dónde estamos parados”, reconoció el dirigente gremial ante la falta de certezas.
Lo único seguro es que los complejos están cerrados y que no volverán a ser destinados al turismo social estatal, al menos con el actual Gobierno nacional. La consigna más urgente parece ser que no representen una erogación para sumar al presupuesto nacional.
Una idea municipal
El intendente de Embalse, Mario Rivarola (de Hacemos por Córdoba) había sumado algunas gestiones para que al menos parte de esos bienes puedan seguir en funcionamiento bajo la administración municipal, con colaboración de la Provincia. Ese pedido ni siquiera tuvo respuesta hasta ahora.
En uno de los encuentros con Scioli, presentó un proyecto municipal, para administrar uno de los hoteles y parte del predio y de la infraestructura existente.
El plan municipal plantea la restauración de espacios históricos, la mejora de infraestructuras recreativas y deportivas, y la creación de nuevas oportunidades turísticas en esas playas. Entre otros bienes, solicitan la hermita o capilla (para restaurar y recuperar su valor histórico); las piletas para dar continuidad a su uso recreativo; la exconfitería Saturno para desarrollar un camping para motorhomes y un restaurante; y el hotel 1 (que está en mejor estado) para ofrecer servicios turísticos con acceso a zonas de playas.

Rivarola recordó el pedido, rubricado por centros vecinales e instituciones, para poder disponer además de las instalaciones del polideportivo, de mucha utilidad para la práctica de diversas disciplinas, y que sugieren compartir con la Provincia como un eventual centro de entrenamiento si es que se refuerzan inversiones para recuperarlo.
En estos días, Rivarola viajará nuevamente a Buenos Aires para reunirse con funcionarios nacionales.
Lo que viene
“La semana próxima se hará la transferencia a la AABE, que ya visitó ambos complejos turísticos, y luego comenzará la licitación para la concesión o venta. Lo va a definir la Agencia, ya que son lugares muy importantes”, citaron medios nacionales días atrás, aunque sin identificar la fuente de la Secretaría de Turismo.
Esas fuentes consignaron que, según el Gobierno, los dos complejos ocasionaban al Estado una pérdida de “más de 10 millones de dólares anuales”, que “en el último año se disminuyó a 1 millón” (pero casi sin actividad ni turistas). Mientras, la Nación asegura que las cámaras que agrupan al sector hotelero privado plantearon su desacuerdo con que el Estado administre estos complejos, cuestionando “la histórica intervención estatal en este tipo de actividades”.

“Milei cierra los complejos turísticos de Chapadmalal y Embalse”, cuestionó en tanto Matías Lammens, exministro de Turismo y Deportes durante la gestión de Alberto Fernández. Lo hizo luego de que se filtrara un supuesto borrador en el que Daniel Scioli (exfuncionario del mismo anterior gobierno pero también del actual) declara la “innecesariedad” de continuar sosteniendo las unidades destinados al turismo social.
Lammens agregó: “Son patrimonio histórico, arquitectónico, cultural y emocional de los argentinos. Cerrarlas es una enorme burrada”.