Un hombre que fue condenado por la Justicia de San Francisco en una causa de maltrato animal, fue parte del primer “Taller de Sensibilización y Respeto hacia los Animales No Humanos” realizado en la provincia de Córdoba.
Sebastián Gutiérrez, oriundo de la localidad de Freyre, había sido hallado culpable en junio de este año por no suministrar alimento en cantidad y calidad suficiente a su perra de raza Pointer y a sus seis crías provocándoles un “sufrimiento innecesario”. El acusado había sido denunciado en 2018 cuando vecinos del sector donde vivía advirtieron que los animales estaban en estado de extrema delgadez y deshidratación.
El juicio se desarrolló en la Cámara Criminal y Correccional de Tribunales de San Francisco y fue una organización de protección animal, Fundación Bio Animalis, la cual actuó como querellante.
Gutiérrez participó a lo largo de dos meses y medio de varios encuentros encabezados por abogados miembros del Instituto de Derecho Animal San Francisco (IDASF), que depende del Colegio de Abogados, y que tiene a cargo este proyecto piloto. El objetivo fue lograr su reeducación y evitar que concurra en nuevos delitos de igual naturaleza.
El taller
Gretel Monserrat, presidenta de Fundación Bio Animalis e integrante de IDASF, explicó a La Voz que este taller es algo nuevo y es el primero que se llevó adelante en la provincia de Córdoba para un condenado por maltrato animal.
“La finalidad fue hacer un taller piloto, estoy contenta por lo que fui viendo a través de las semanas donde se buscó la reeducación del condenado. La sanción es la última opción, quisiera evitar más víctimas en el futuro y evitar reincidencias en este tipo de delitos”, se esperanzó.
Monserrat manifestó que la ley actual tiene una escala penal para casos de maltrato animal de un de un año de prisión como máximo y agregó que todas las condenas de este tipo quedan en suspenso.
Ante ello, la abogada consideró: “Por eso sirve echar mano a otros instrumentos como este taller que tiende a evitar la reincidencia, pero también pretende concientizar a la persona que cometió el delito, reeducarlo, que tenga nueva mirada sobre los animales no humanos, que internalice estos conceptos que se le dan en desarrollo del taller y lograr un verdadero arrepentimiento del hecho que cometió”.
Además de Monserrat participaron de los encuentros virtuales otros abogados de la IDASF y como profesional invitada la Licenciada en Psicología Marisa Morales, docente a cargo del Seminario Maltrato Animal de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Al momento de hacer un balance, la letrada sostuvo: “Fue una experiencia enriquecedora para todos y creemos que hemos logrado el objetivo buscado. Todos, incluso nosotros mismos como docentes, hemos desarrollado el concepto mágico que es la empatía hacia el otro. Respecto a Sebastián (condenado), esperamos y creemos en las nuevas oportunidades, un nuevo inicio para su forma de vivir y de ver las vidas”.
La condena
Gutiérrez, oriundo de la localidad de Freyre, fue denunciado en 2018 luego de que se advirtiera que su perra de raza Pointer se encontraba en estado de extrema delgadez y deshidratación, al igual que sus cachorros.
La condena fue mediante un juicio abreviado ocurrido en junio de este año. Además de aprobar el taller, al acusado se le exigió que realice trabajo comunitario a favor del Refugio Canino del municipio de Freyre.
Sobre Gutiérrez pesó también una prisión condicional de 20 días, entrega definitiva de los animales víctimas a favor de Fundación Bio Animalis, y quedar sujeto durante dos años al Patronato de Liberados y Juzgado de Ejecución Penal de la ciudad de San Francisco.
Por último, debía pagar $50.000 por regulación de honorarios de la querella, que se destinarán a la agrupación proteccionista.
Desde Bio Animalis explicaron que por segunda vez en San Francisco se llegó a un debate oral y público ante la Cámara del Crimen por una causa de maltrato y crueldad animal, algo que no es fácil ya que la mayoría de las causas elevadas a juicio concluyen con una probation.
La primera de ellas había sido la causa de Chocolate, el cachorro que fue encontrado despellejado en enero de 2017, dentro de un departamento de barrio La Milka, el cual terminó muriendo días después ante las lesiones sufridas. Por este hecho tipificado como “crueldad animal” fue condenado a un año de prisión, de ejecución condicional, Germán Gómez, que pese a estar detenido un tiempo, al carecer de antecedentes penales quedó en libertad.