El gobernador Martín Llaryora y el ministro de Salud provincial, Ricardo Pieckenstainer, presentan este jueves el plan Estratégico de Vacunación y Abordaje Integral para la prevención y el control del Dengue, Chikungunya y Zica para la temporada 2024-2025 de la epidemia.
De este modo, Córdoba confirma que hará su propia campaña de vacunación, ante la rémora de la Nación para definir criterios y estrategias preventivas para evitar otra temporada de altos contagios como la que aun complica el sistema de salud este año. “No podemos esperar más”, enfatizó Llaryora.
La vacunación se anunció en el marco de un plan estratégico anual, que buscará desde agosto y septiembre actuar de manera temprana para prevenir el desarrollo de la epidemia en la próxima temporada. El plan incluye refuerzos de las acciones de descacharreo y monitoreo aédico, con una campaña de comunicación de riesgo para generar conciencia e involucar a la población.
“Nosotros veníamos esperando que haya un plan nacional en la lucha contra el dengue. El dengue es una enfermedad que mata. Hoy hay 117 mil cordobeses que ya tuvieron dengue. Hablá con alguien que haya tenido dengue, el terrible dolor de la enfermedad. He podido conversar con los que han visto las autopsias, es tremenda la enfermedad, cuando hay una situación de este tipo hay que resolver esa situación”, justificó.
El plan anual incluye actividades de prevención y de control, vigilancia entomológica y acciones de emergencia como la fumigación o rociado espacial en casos de bloqueo de foco. Y dentro de este marco, se suma la vacunación.
En principio, la vacunación tendrá como principales grupos prioritarios el personal de salud (porque es un sector estratégico para sostener la atención durante la contingencia) y los infectados en esta temporada o en olas anteriores que desarrollaron cuadros complejos o que requirieron internación. “Van a tener prioridad quienes tuvieron dengue grave”, remarcó el gobernador.
“Hemos tomado la decisión los cordobeses, de vacunar, tomando al primer grupo, aprendiendo ya de lo que pasó con el Covid, cuidando a nuestros médicos, vamos a estar vacunando a médicos, vamos a ofrecer gratuitamente tanto a la salud pública como a la salud privada, porque el esquema médico es uno y como segundo grupo vamos a estar vacunando a quiénes han tenido dengue grave. Si vuelven a tener dengue, puede agravarse mucho más, es peligroso”, puntualizó Llaryora.
Pieckenstainer agregó que se decidió avanzar de inmediato porque las vacunas requieren dos dosis, con intervalos entre una y otra. “Por eso debemos largar rápidamente, es una medida que cualquier asesor la va a avalar. Cuidar al sector de salud para cuidarnos a nosotros. Luego vacunar a los que han tenido dengues graves, los que estuvieron internados”, reforzó el ministro provincial.
El presupuesto estimado de la campaña es de 7500 millones de pesos. Y será en etapas, con distintos grados de apertura por grupos priorizados. No se incorporará a grupos para los cuales la vacuna aun no está indicada como las embarazadas y los niños menores de 1 año. En principio, la vacuna será la Qdenga, autorizada por Anmat en el país. Pero estaría por sumarse una vacuna en Brasil que puede estar disponible a fin de año, que puede ser más barata, señaló el gobernador.
“Aquellos que se pueden vacunar tienen una protección de entre 4 y 5 años, quien se puede vacunar que se vacune”, remarcó Llaryora, quien cuestionó que no haya un lineamiento nacional.
Pieckenstainer insistió en que no se deje todo a la vacuna. “Necesitamos que las familias hagan descacharreo, vamos a trabajar con intendentes, vamos a descacharrar, es un plan estratégico que se va a lanzar donde la vacuna es parte del plan pero no es todo el plan, lleva concientización”, señaló.
A su vez, la estrategia epidemiológica para combatir nuevas olas de la epidemia de dengue pondría mayor énfasis en el aislamiento preventivo de las personas contagiadas, para evitar la propagación de los contagios. Lo indicado es el aislamiento entomológico: es decir, recomendar al paciente contagiado que utilice repelentes, duerma en habitaciones protegidas con espirales o tabletas y telas mosquiteras en las aberturas, para evitar que un mosquito lo pique y lleve el virus a otra persona de su entorno doméstico. Eso, ahora, podría profundizarse con indicaciones para controlar que se respete el aislamiento durante todo el tiempo que dura la etapa de viremia, es decir, el lapso durante el cual una persona con dengue trasmite el virus al mosquito, que a su vez puede trasladar la enfermedad a otra persona en una nueva picadura.
La vacunación alcanzará a todo el personal de slaud, incluidas las enfermeras. Y el criterio de inclusión de pacientes graves es que hayan permanecido internados al menos 24 horas con síntomas críticos de la enfermedad.
