“En diciembre, renuncié a todo”, cuenta Héctor Suárez, un cordobés de 45 años que dejó su trabajo y su vida familiar en Anisacate, provincia de Córdoba, para cumplir su sueño de llevar un mensaje ambiental a países de Latinoamérica.
El periplo lo arrancó en Uruguay, por su admiración al expresidente de ese país, José “Pepe” Mujica, pero el viaje ya estaba en su cabeza desde hace tiempo. Lo preparó durante meses con la idea firme de hacerlo en un vehículo a base de aceite vegetal reciclado.
Con los ahorros que tenía, decidió comprar una camioneta Fiat Ducato modelo 1994. Acudió a los talleristas de la Asociación Mutual de Propietarios de Talleres de Reparación de Automotores (Amuptra), quienes le resolvieron la duda acerca de si podían transformarla para que funcionara a base de aceite comestible.
La confirmación de los especialistas lo puso en marcha y armó el motorhome al que nombró “Conciencia circular”. “La Ducato también es un modelo de reutilización: es un vehículo que tiene 30 años y anda muy bien”, cuenta.
En ella lleva inscriptos varios mensajes que trasmite a medida que recorre los lugares: “Hagamos circular la conciencia circular” y “vehículo experimental impulsado con residuo de aceite vegetal”.
Además, la parte interna de la camioneta está armada con piezas recicladas: muebles, electrodomésticos, telas, que la convierten en un “motorhome circular”. “El reciclado es la economía circular aplicada”, desliza Suárez.
También le incluyó un “cine móvil” que armó con una pantalla en desuso, al que le agregó un proyector y el sonido para mostrar videos ambientales y, luego, la película con la que pretende documentar su viaje.
A la vez, en la parte trasera cuenta con un stand con productos reciclados que se hacen en Córdoba, desde zapatillas y textiles hasta productos plásticos. Incluso, la camioneta está revestida con un azulejo hecho de tapitas recicladas.
Cuando llega a las ciudades, visita escuelas y diferentes espacios, e inculca a las personas la necesidad de tomar conciencia sobre la importancia de la economía circular y el desarrollo sustentable. Y de este modo, cuidar el ambiente. “Llevo el mensaje de todo lo que se hace en Córdoba, y además me permite conocer lo que se hace en otros lugares”, destaca.
Asegura que hay muchísimas cosas que son desechadas y pueden ser útiles, y sostiene que falta conciencia ambiental por parte de las personas. “Soy un psicólogo social que sueña con un continente más consciente del cuidado del ambiente y la reducción de la contaminación”, resalta.
El periplo con aceite vegetal
Suárez lleva tiempo abocado a las cuestiones ambientales. Formó parte del equipo técnico de Córdoba Obras y Servicios (Coys), hasta que renunció en diciembre de 2023. Antes trabajó como psicólogo en La Luciérnaga.
En marzo puso en marcha su plan y hace dos semanas arrancó el recorrido en el motorhome Conciencia circular desde Córdoba y en dirección a Uruguay. Atravesó las ciudades de Colonia y Punta del Este, y ahora se encuentra en Montevideo.
Mientras recorre, trabaja de acuerdo con las oportunidades que se le presentan. Trabajó en una pizzería y brindó charlas en escuelas.
A la par, va gestionando el combustible para la camioneta, el aceite de las cocinas de restaurantes, bares y rotiserías. La camioneta funciona con un tanque de 40 litros de aceite y sobre el techo lleva dos tanques de 30 litros cada uno. Recorre 10 kilómetros por litro de aceite, y ya lleva 2 mil kilómetros recorridos con aceite vegetal.
En Uruguay tratará de encontrarse con Mujica, luego continuará a Brasil, después a Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, entre otros países. El periplo le llevará dos años. En Anisacate, lo esperarán sus hijos de 17 y 12 años, con quienes se comunica a diario.
Su intención es crear una red de cuidado ambiental con los países que recorra. “Tenemos que entender que el problema de la contaminación y el cuidado del ambiente trasciende las fronteras e involucra a toda la región”, asume.
Para él, el reciclado y la conciencia ambiental son una práctica, y cree que se puede vivir de la economía circular.
Reciclar para no contaminar
El 17 de mayo se celebra el Día Internacional del Reciclaje, una fecha para reflexionar sobre la situación actual de la gestión de los residuos y fortalecer el sistema de reciclado para el cuidado del planeta.
Uno de los productos que se pueden reciclar es el aceite vegetal comestible. En Córdoba, el municipio gestiona un plan para la recolección, reciclado y reutilización del aceite vegetal de cocina usado. Lo reciclado se convierte en biocombustible.
Especialistas indican que reciclar el aceite vegetal es beneficioso para el ambiente, ya que no se saca un carbono fósil nuevo a la atmósfera (como el petróleo), sino que se usa uno que ya está circulando.
La ingeniera ambiental Antonella Druetta, a cargo de Ambiente de DH-SH, empresa que se dedica al reciclado, explica que el aceite vegetal usado puede contaminar nuestros recursos hídricos e infertilizar la tierra. Tan solo un litro del descarte de frituras puede contaminar hasta mil litros de agua.
“En la mayoría de los casos, el aceite utilizado para freír se mezcla con comida, lo que atrae ratones e insectos, y puede obstruir las cañerías si se descarta en la cocina. Si el aceite no se solidifica, continúa fluyendo en el alcantarillado y llega a las plantas de tratamiento”, manifiesta.
Y agrega que estas plantas, al recibir contenido de aceite, enfrentan inconvenientes a la hora de tratar estos residuos. Los tratamientos son muy costosos y aumentan el tiempo necesario para tratarlos.
De otro modo, “cuando el aceite usado no es tratado y se vierte directamente en un curso de agua natural, forma una película sobre la superficie. Esta capa de aceite impide el intercambio de oxígeno entre el agua y el aire, afectando la vida acuática, lo que incluye a las plantas y los peces”, menciona.
La empresa DH-SH recolecta y gestiona aceite vegetal usado en 15 provincias del país, y en Córdoba trabaja con Ambiental Cord, que gestiona a grandes generadores y dispone puntos blancos para que la comunidad recicle su aceite. Luego, ese residuo es acondicionado en la planta emplazada en Capitán Bermúdez, Santa Fe, con destino a la producción de biocombustibles.
Dato
De acuerdo con un estudio de 2022, realizado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y por DH-SH, los hogares argentinos utilizan 20 litros de aceite vegetal para cocinar por año. Y se desechan más de 100 millones de litros anuales.
