En Córdoba capital, la problemática de los basurales a cielo abierto se convirtió en uno de los principales desafíos ambientales y sanitarios.
Un relevamiento reciente de la concejala Elisa Caffaratti (UCR) contabilizó 94 macrobasurales distribuidos en distintos puntos de la ciudad.
El dato se suma al trabajo de la Dirección de Higiene Urbana municipal que cada semana destina recursos para mantener alrededor de 100 basurales denominados “puntos críticos”.
Sin embargo, la dinámica se repite: “se ensucia, se limpia y se vuelve a ensuciar”.
Frente a este escenario, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) decidió involucrarse directamente en la búsqueda de soluciones.
La secretaría de Graduados de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FcefyN) organizó el encuentro “100 ideas en 100 minutos: soluciones innovadoras para la gestión de basurales en Córdoba”.
Se trata del un intercambio interdisciplinario de ideas del que participaron empresas, organizaciones sociales, organismos públicos, estudiantes, docentes, investigadores, Municipalidad, vecinos, entre otros.
La iniciativa se proyecta como la primera de una serie de debates para abordar distintas problemáticas urbanas, con el foco inicial en los basurales.
El objetivo es impulsar propuestas innovadoras que puedan convertirse en proyectos sostenibles para la ciudad.
Universidad abierta y comprometida
Durante el encuentro, el secretario de Extensión Universitaria, Conrado Storani, destacó la importancia del trabajo conjunto entre la academia, el Estado y la sociedad civil.
“Esto forma parte de una política que consensuamos entre actores diversos para mostrar una universidad abierta y comprometida con los problemas que atravesamos. Queremos colaborar con el conocimiento para aportar soluciones reales”, subrayó.
En la misma línea, la decana de la FcefyN, Magalí Carro Pérez, remarcó la necesidad de fortalecer la sinergia entre los distintos sectores. “Esto es hacer universidad: trabajar todos juntos, codo a codo, para construir ideas innovadoras que respondan a demandas sociales”, afirmó.
Ideas que buscan transformar la basura en oportunidades
Las mesas de trabajo dieron lugar a una serie de propuestas que buscan ir más allá de la limpieza reactiva. Varias de ellas plantearon la necesidad de pensar la basura como un recurso y no solo como un desecho.
Una de las iniciativas más destacadas fue Reci-Click. Se trata de una aplicación que permitiría planificar la recolección de residuos de manera inteligente.
La herramienta se alimentaría con datos aportados por vecinos y empresas, lo que generaría un mercado digital de materiales reciclables para potenciar la simbiosis industrial.
“La idea es que la App identifique residuos secos y esa información sirva para facilitar la recolección e incentivar intercambios entre quienes generan y quienes puedan aprovechar esos materiales”, explicó Tristana Barseghian, participante de la mesa y docente de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
Otra propuesta es Empleo Verde, que plantea un plan de acción a mediano plazo con dos ejes: el social y el empresarial. El primero contempla programas de educación ambiental en escuelas, barrios y clubes, además de incentivos comunitarios para mejorar la infraestructura y la calidad de vida. El segundo busca comprometer al sector privado mediante beneficios fiscales que incentiven prácticas responsables.
La iniciativa Bio-Barrio también despertó interés. Se trata de polos de economía circular gestionados por cooperativas barriales, que asumirían la organización y control de los procesos, con la figura de “controladores verdes”: trabajadores formados para cuidar el ambiente y aportar valor al territorio.
Además, se presentó una propuesta centrada en la inclusión de recolectores informales al sistema formal de recolección, garantizando condiciones laborales dignas y la creación de empleos verdes.
El rol de la educación y el consumo responsable
Varias de las voces participantes remarcaron la necesidad de reforzar la educación ambiental como eje central de cualquier estrategia.
Sin ese cambio cultural en la ciudadanía, las soluciones técnicas serán insuficientes.
“Hay que continuar con la concientización, pero sobre todo educar en torno al consumo. Nosotros tenemos que cambiar nuestros mecanismos de consumo si queremos que algo cambie”, planteó Juan Orco, integrante de Jardineros sin Fronteras.
El desafío municipal: limpiar, educar y sancionar
El director de Higiene Urbana municipal, Aníbal Bove, quién abrió el encuentro, puso en cifras la magnitud del problema. Según explicó, el municipio invierte 6 mil millones de pesos al año en la limpieza de basurales a cielo abierto.
“Hay micro, macro y los esporádicos. Es un trabajo constante: se ensucia, se limpia y se vuelve a ensuciar. Hacemos capacitaciones con centros vecinales y vecinos, pero no alcanza para una solución definitiva”, reconoció.
Bove remarcó que los terrenos abandonados son focos de problemas de higiene y proliferación de mosquitos, lo que agrava la situación en contextos como el del dengue.
En esos casos, el municipio mantiene los terrenos públicos, mientras que en los privados aplica multas y controles a los propietarios que no los mantienen limpios.
También advirtió sobre el rol de algunas empresas que, para evitar los costos de disposición adecuada de residuos, arrojan basura en lugares ilegales.
“En un solo operativo podemos levantar 10 camiones batea de basura y tener máquinas trabajando ocho horas. Y aún así, muchos macrobasurales no se logran limpiar en un día”, señaló.
Para Bove, la clave está en educar y sancionar al mismo tiempo: “Es crucial cambiar la mentalidad sobre la basura, entendiendo que es un problema de todos y no solo de la Municipalidad”.
Una agenda común para una ciudad más limpia
El encuentro dejó en claro que la problemática de los basurales no tiene una única solución. Requiere educación, innovación tecnológica, compromiso ciudadano, políticas públicas firmes y control a quienes incumplen.
La UNC se comprometió a continuar con la dinámica de “100 ideas en 100 minutos” para abordar otros desafíos urbanos. Pero en este primer paso, la basura se convirtió en un tema prioritario que movilizó a diversos sectores.
La inquietud principal es que Córdoba deje de gastar millones en la limpieza de basurales y logre construir un sistema que priorice la prevención, la economía circular y el trabajo articulado.