Luego de semanas de denuncias cruzadas, impugnaciones y una fuerte interna vecinal, las elecciones para renovar las autoridades del Centro Vecinal del barrio Cerro de las Rosas, ubicado en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba, aún no tiene una fecha precisa.
La Dirección de Centros Vecinales, a cargo de Adrián Britos, deslizó que los comicios podrían realizar el domingo 1 de junio. Para que eso suceda, la lista 10 “Por un Nuevo Cerro” y lista 25 “Residentes del Cerro de Las Rosas”, vinculadas a la actual gestión, deberán conciliar.
Los conflictos surgieron tras las presentaciones de las listas de candidatos, creando una tensión anticipada entre dos propuestas con diferentes miradas sobre el futuro del barrio: una residencial y la otra más desarrollista.
En un principio la fecha prevista para las elecciones era el 11 de mayo, entonces solo estaba oficializada la lista 10, ya que la lista 25 quedó fuera de la participación en los comicios porque uno de sus integrantes, de acuerdo a la Junta Electoral, no reunía “los requisitos legales para postularse como candidato”.
Los representantes fueron a la Justicia por lo que consideraron irregularidades de la Junta. Y tras una resolución de la Dirección de Centros Vecinales se resolvió la participación con exclusión del candidato que no completaba los requisitos.
Se fijó una nueva fecha para el 18 de mayo, con la oficialización de las dos listas, pero la lista 10 interpuso un recurso de reconsideración para revocar esta decisión. Ya que consideró que la lista 25 no puede participar porque fue impugnada.
Entonces, Britos nuevamente suspendió las elecciones con la finalidad de subsanar y hacer cumplir el proceso democrático.
Aún no hay una fecha oficializada para que los vecinos puedan elegir a la persona que los representará por tres años aunque Britos adelantó a La Voz que podría darse el primer día de junio.
Búsqueda de conciliación
El titular de la Dirección de Centros Vecinales, Adrián Britos, expresó a La Voz que durante esta semana buscará la conciliación voluntaria de las dos listas con el fin de que desistan de las impugnaciones por voluntad propia.
“Tenemos una fecha tentativa que es el 1 de junio que sería lo óptimo para que las personas tengan el derecho a elegir. Sosteniendo el proceso en el cual ellos se propusieron como candidatos”, afirmó.
Y destacó que la decisión depende de las voluntades de ambas listas. Para ello, las invitará a una reunión y sostuvo que si concuerdan habrá una semana para hacer la campaña.
Si bien en varios centros vecinales se dio está situación, Britos afirmó: “A nadie le sirve que este proceso quede trunco. Estamos dispuestos a buscar una solución”.
A pesar de que las relaciones están rotas, debido a las profundas diferencias entre una lista y otra: una busca el proteccionismo del barrio, y otra el progreso, Britos aseguró que mediará para que los vecinos participen de los comicios democráticos.
Los dos modelos
La lista 25 defiende la identidad residencial, y la propuesta para el futuro del barrio es conservar la fisonomía que comenzó en 1928, hace 97 años.
Actualmente, en el barrio rige un amparo ambiental, desde 2018, para evitar que se transforme en una zona comercial y pierda su identidad.
El candidato de la lista, Eduardo Ruiz, dijo que no están en contra del progreso, y propone que los cambios tengan un enfoque de urbanización ”verde”: promoción de la ecología, el uso del transporte público, la bicicleta, entre otros, para mejorar la vida de los vecinos y de los comerciantes, pero respetando las ordenanzas y las leyes.
Sí está en contra de los “ambientes cerrados” (viviendas multifamiliares, complejos habitacionales), donde forzosamente se deben usar vehículos.
Crecimiento y desarrollo demográfico
La candidata por la lista 10, Claudia Blanco, sostuvo que están en contra del uso excesivo del amparo, y son muchos los vecinos que terminaron perjudicados.
La medida cautelar no permite intervenir el barrio en todo su límite. “Si un propietario quiere hacer un local al frente de su casa, que tiene todo el derecho, el amparo se lo impide”, agregó.
Blanco manifestó que el desarrollo debe ir acompañado de las necesidades de la población, como la de vivienda. Hoy, existen en el barrio más de 60 inmuebles que están deshabitados.
Para eso planteó un trabajo en conjunto con el municipio para que los propietarios tengan una exención tributaria diferente sobre un inmueble que forma parte del patrimonio.
“Queremos que el barrio vuelva a florecer y que vuelvan los jóvenes”, sumó.