El Colegio Médico Veterinario de Córdoba (CMVC) rechazó algunos puntos de la ordenanza sobre perros potencialmente peligrosos, aprobada el 28 de septiembre pasado por el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
La norma que lleva el nombre “Trinidad”, en honor a la adolescente muerta en barrio Estación Flores por dos perros dogos, modificó los artículos de la normativa N° 13.321, que creó el Registro Municipal de Perros Potencialmente Peligrosos (RMPPP) a través de la aplicación “Huella Animal”, también la norma 9.575 de animales domésticos, la ordenanza 11.006 de animales domésticos de compañía y la ordenanza 12.468 del Código de Convivencia de la ciudad de Córdoba.
Con respecto a estas modificaciones, el Colegio considera que la ley vulnera el ámbito de actuación profesional de los médicos veterinarios al hacerlos responsables en caso de prestar servicios a los perros potencialmente peligrosos y obligarlos a dar aviso a las autoridades de aplicación en caso de que el animal no se encuentre registrado en “Huellla Animal”.
“Dicha observancia hace responsable solidariamente al profesional tratante y al titular del establecimiento involucrado, la que se refleja en la modificación del artículo 50 de la ordenanza 11.006″, indicó el Colegio.
“Si el animal participó en un hecho de agresión estamos de acuerdo que se registre en la aplicación, eso lo debería hacer el responsable del animal o también lo podemos hacer nosotros. No estamos de acuerdo en que tengamos que registrar a cualquier paciente y tampoco que nos hagan corresponsables”, dijo el veterinario Omar Robotti, (MP:1309), presidente del Tribunal de Disciplina del CMVC.
A la vez, destacó que durante el proceso de creación de la normativa, la institución participó de reuniones con miembros del Concejo Deliberante y el Ente BioCórdoba, donde el Colegio planteó fundamentos técnicos y científicos, “que no fueron reflejados en el resultado normativo”.
En contra de registrar razas
Otra de las preocupaciones de la institución es el “deslinde de responsabilidad de la Municipalidad de Córdoba de sus potestades, quien debe controlar y sancionar a los tenedores. Y transforma a los veterinarios en cuasi inspectores municipales, sin las potestades de la función”.
Asimismo, el CMVC dijo que la ordenanza expone a los profesionales veterinarios a situaciones que podrían llegar a generar daños y perjuicios, en confrontación directa con el responsable del animal. Y los pone “en la disyuntiva de pedir la documentación o prestar la atención medica al animal”.
“No estamos de acuerdo que se anoten los tipos de razas, hay muchos perros mestizos que participan de agresión a persona y animales”, dijo Robotti. Y ratificó que sí están de acuerdo y asumen la responsabilidad de asesorar a las personas responsables de los perros, independientemente de las razas, con el diagnóstico temprano de patologías sobre el comportamiento animal e instalar campañas de prevención de este tema en la población.
También aclaró que los veterinarios no cuentan con el uso de la fuerza pública para exigir al ciudadano el cumplimiento de las ordenanzas, y no puede requerir identificación fehaciente o que exhiba la aplicación “Huella Animal”, pudiendo ser sancionados por una situación que escapa a sus competencias.
Por eso, el Colegio exhortó al Concejo Deliberante que “escuche las modificaciones expuestas por la institución que es idónea para aportar las modificaciones con raíces técnicas y científicas a las ordenanzas en esta materia.
Además, el veterinario apuntó que “el asesoramiento que brindaron es la inclusión en la aplicación de cualquier perro, de cualquier raza, previa evaluación de riesgo de compartimiento del animal. Y que se regulen las practicas de adiestramiento de ataque, en vez de prohibirlas”.
Antes de tipificar si un perro es potencialmente peligroso hay que evaluar al animal, “eso no está contemplado en la ordenanza”, expresó. Y consideró que las modificaciones aprobadas “resultan contrarias al libre ejercicio profesional”.
Por último, confirmó que el Colegio pidió una audiencia con el intendente Martín Llaryora para llegar a un acuerdo respecto a las modificaciones, caso contrario acudirá a la Justicia.
El punto en discusión
Uno de los puntos rechazados por el CMVC es el que expresa: “Los profesionales a cargo de establecimientos que presten servicios médicos veterinarios, que estén vinculados a criaderos o no, y reciban perros potencialmente peligrosos para su atención, deberán pedir el trámite de inscripción en la aplicación informática Huella Animal”.
Y prevé que la inobservancia de esta obligación hará solidariamente responsable a los profesionales tratantes y al titular del establecimiento involucrado, conjuntamente con los propietarios o tenedores del perro potencialmente peligroso, ante cualquier evento dañoso resultante y será causal de revocación de la habilitación oportunamente otorgada.
Otras de las modificaciones importantes
La normativa también contempla la gestión de una licencia para los propietarios de los animales, como “tenedor de perros potencialmente peligrosos”, mediante la inscripción de esos animales en el registro oficial.
También la contratación de un seguro de responsabilidad civil, que cubra eventuales daños a terceros, y realizar capacitaciones de tenencia responsable. Además, para obtenerla debe no haber sido sancionado por infracciones relacionadas con la tenencia de animales y declarar el domicilio donde se alojará el animal.
