Los rescates de personas de los pozos ciegos, ubicados en las viviendas, es uno de los motivos de emergencias más comunes para los Bomberos de Córdoba.
Los últimos casos sucedieron el martes pasado, en los barrios Villa El Libertador y Ameghino. En el primer hecho, una mujer se cayó a un pozo ciego de siete metros de profundidad ubicado en su vivienda sobre calle Arica al 1010. Fue rescatada por Bomberos con politraumatismos y principio de hipotermia, y luego trasladada al hospital Príncipe de Asturias.
El otro hecho sucedió en calle San Cayetano al 3853, donde una mujer, de 47 años, cayó a un pozo ubicado en el patio de su vivienda. Sufrió politraumatismos varios y fue traslada al hospital Madre Teresa Calcuta.
El sábado pasado, otro hecho similar se dio sobre calle Cangallo al 2300, de barrio Primero de Mayo, cuando un hombre, de 36 años, cayó al pozo ciego de su casa. La víctima fue rescatada y luego derivada a un sanatorio privado para su control.
En algunos casos, caídas como estás pueden llevar a la muerte, como sucedió con un hombre que murió tras caer a un pozo en su vivienda de barrio Villa Revol. El cuerpo de la víctima fue retirado por Bomberos, después de largas horas de trabajo.
Las caídas a los huecos no suceden en una zona específica, sino en distintos puntos de la ciudad de Córdoba, a los que acude Bomberos y el Departamento Unidades de Alto Riesgo (Duar), quienes están entrenados en este tipo de rescates.
Gustavo Fabián Giuliani, director de Capacitación de la Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Córdoba, dijo a La Voz que en 2023 se realizaron 383 intervenciones que incluyeron: búsquedas de personas con perros, rescates con cuerdas en pozos ciegos y en altura.
Y brindó una estadística que sorprende: de cada 10 rescates que realizan, tres son por caídas en pozos ciegos. Muchas de las caídas suceden tras las lluvias, circunstancias en las que el terreno cede y provoca socavones en los pisos.
“Los pozos ciegos son peligrosos. Incluso pueden irradiar gases tóxicos que asfixian y provocan la muerte”, agregó Giuliani.
Prevención para no caer
El bombero voluntario Roberto Schreiner expresó que no hay un protocolo para evitar las caídas a pozos ciegos, pero sí hay advertencias.
Esas alertas las puede sentir una persona al caminar sobre una zona de la casa en cuyo suelo se encuentre una cámara séptica o pozo negro. Se percibe un sonido diferente en ese espacio (es como caminar arriba de un andamio), además de un movimiento del piso.
Además, hay que tener precaución ante las grietas estructurales que existen en los hogares y en las veredas, las que también producen hundimientos. También con las filtraciones por lluvias, cloacas o pozos vacíos.
Por eso es importante saber dónde está ubicado el pozo para no colocar nada que pueda provocar su derrumbe. Y chequear que esté cerrado de forma segura con una tapa de cemento.
“Muchas veces creemos que estamos sobre una piedra, pero solo es un relleno. Entonces, es más factible que se transforme en pozo y la persona puede caerse”, advirtió Schreiner.
En caso de tener un pozo que no se utiliza y tampoco cuenta con seguridad, los especialistas recomiendan llamar a Defensa Civil o Bomberos para que sea rellenado.
Otras de las precauciones para los hogares es evitar las pérdidas de los caños de agua, muchas veces no son visibles a simple vista y pueden provocar un socavón. Y controlar los desagües para que no se dirijan al pozo.
“Este es un problema universal. Incluso hay casas con pérdidas que pueden ablandar estructuras. Por eso, hay que controlar hacia dónde se proyecta la humedad”, remarcó el bombero.
En el caso de edificios y casas viejas que no tienen capas aisladoras, la humedad puede filtrar aún más. Si la humedad persiste y no llovió, hay que estar alerta.
Peligro de intoxicación
En los hogares suele haber el típico olor a cloacas que producen algunos pozos ciegos que están en uso; no es habitual, pero si persiste por varios días, hay que prestar atención por la emanación de los gases tóxicos.
“Podría ser un factor que se dé por geografía, por problemas de desagües, por la cantidad de lluvia caída, y por las condiciones de mantenimiento de las viviendas”, dijo Schreiner.
Los gases se encuentran no sólo en cámaras sépticas, sino también en cloacas, tanques atmosféricos y en zanjas. Y representa un peligro para la salud y la vida de las personas.
En Córdoba, en los últimos meses, dos personas murieron por la inhalación de los gases tóxicos en cámaras sépticas. Y en 2023, tres operarios murieron en Oncativo.
Los especialistas consideran que las personas no toman real dimensión del peligro que conlleva el ingresar a una cámara séptica sin la protección.
La toxicóloga Ruth Llebeili (MP 24.691/3) afirmó que el sulfuro de hidrógeno, el metano, amoníaco, monóxido de carbono y dióxido de azufre son los gases que están presentes en las fosas sépticas.
En el caso del sulfuro de hidrógeno, este es un gas de putrefacción, también llamado ácido sulfúrico. “Es un gas muy tóxico. Tiene un olor muy fuerte y, dependiendo de la concentración, puede producir desde irritación de mucosa a la muerte por paro cardiorrespiratorio”, expresó la toxicóloga.
Llebeili detalló cuáles son los síntomas de la intoxicación: perdida del conocimiento, dolores de cabeza, vértigo, desorientación, respiración rápida. Y pueden producir un paro cardiorrespiratorio. Además, puede producir náuseas, vómitos y lesiones en todos los órganos.
Si una persona tiene estos síntomas, hay que llamar al personal médico y al servicio de emergencias. Y verificar el estado de conciencia, que esté ubicado en tiempo y espacio.
