Según un informe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el costo real del boleto de transporte urbano de pasajeros en la capital provincial trepa casi a los 200 pesos, mientras que los subsidios nacionales para el servicio del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) duplican a los que reciben las jurisdicciones más grandes del interior del país.
El estudio realizado por los economistas Fabio Ventre y Martina González asegura que el boleto que pagan los usuarios en el Amba cubre sólo el 11 por ciento de los costos, mientras que en el interior alcanza al 50 por ciento.
“El boleto promedio de 13 pesos que se paga en el Amba para el transporte urbano cubre apenas el 11 por ciento del costo de prestación del servicio. La diferencia la pone el Estado y equivale aproximadamente a dos tercios del costo, 78 pesos. Es decir, el precio final sin aportes estatales debería ser de 119 pesos″, dice el trabajo.
Ese boleto promedio toma la tarifa plana mínima de 18 pesos, y gran parte de los usuarios recibe los atributos sociales a través de la tarjeta Sube, lo que implica que el precio baje a 13 pesos.
En el interior, por la menor densidad poblacional, el costo de la prestación es más alto: 192 pesos en Córdoba y entre 210 y 215 pesos en Mendoza y en Rosario.
“Ese debería ser el precio sin la asistencia estatal. Hoy rosarinos y cordobeses pagan 59 pesos y los mendocinos, 35″, señala.
Ventre explicó que el costo no se calcula sólo con la operación, también incluye el mantenimiento y la renovación de unidades.
Acerca de la distribución de los subsidios nacionales, en Córdoba, en Mendoza y en Rosario son entre 35 y 45 pesos por boleto, mientras que en el Amba es el doble. “Para compensar, los gobiernos provinciales y municipales deben hacer aportes. En Mendoza, la Provincia pone la diferencia completa; en Córdoba y en Rosario, las administraciones cubren prácticamente la misma proporción que la Nación”, señala el trabajo.
En el gráfico, hay una porción en rojo que son “costos no cubiertos”: afectan la renovación del material rodante, lo que produce que envejezcan las unidades, “generando una peor calidad de servicio para los usuarios, por ejemplo, al disminuirse las frecuencias por requerirse arreglos de los vehículos”.
Qué hacer con los subsidios
Los economistas de la Bolsa sostienen que el esquema necesita ser repensado: “De mantenerse los subsidios, deberían resultar más equitativos en términos regionales y orientarse a mejorar la eficiencia, la infraestructura y la calidad del servicio para los usuarios, no a cubrir los costos básicos de operación y de mantención”.
Y agregan: “Por otra parte, los usuarios deberían afrontar en mayor medida el costo de los servicios brindados por el Estado. Esto no sólo se desliga del análisis previo, sino también de la situación frente al resto de la región”.
