Hace poco menos de un mes, sorprendió a muchos cordobeses que la esquina de la avenida Vélez Sársfield con el bulevar San Juan apareciera pintada de un rojo furioso.
Se trataba de una intervención realizada por la Municipalidad de Córdoba y que se enmarca en una serie de estrategias que buscan dar más seguridad vial a los peatones y ciclistas.
En ese momento, la Secretaría de Desarrollo Metropolitano informaba a La Voz que se instalarán en los próximos días unos 200 reductores de velocidad en zonas cercanas a instituciones educativas, se renovarán delineadores en avenidas y bicisendas, se reforzará la señalética horizontal y se pintarán las calles y avenidas de los barrios Centro, Nueva Córdoba y General Paz.
El secretario de Desarrollo Metropolitano, Gabriel Bermúdez, explicó que todas las tareas buscan mejorar la seguridad vial en la ciudad, y que apuntan a disminuir la velocidad de los vehículos a motor.
Las “alfombras rojas” o “pasarelas rojas”, tiene una base de pintura de metacrilato reflectiva, sobre la que se debe aplicar aún una capa para delinear las sendas peatonales.
“Se crean así sendas peatonales más visibles, que obligan a la detención y que buscan proteger a los peatones en esquinas muy transitadas”, detalló Bermúdez.
El plan es piloto, y se probará en otras esquinas de alto tránsito: Chacabuco e Illia, Colón y General Paz, acceso a plaza España y zonas cercanas a supermanzanas.
Este jueves, ya quedó la obra terminada frente al Patio Olmos.