Parte de la comunidad educativa del Colegio San José, ubicado en el barrio Alto Alberdi, en la Avenida Sol de Mayo al 726, decidió tras una asamblea tomar el colegio, por lo que este lunes no habrá clases.
El reclamo se da tras una manifestación pacífica para repudiar la sanción impuesta a la directora del nivel secundario.
Padres, madres, estudiantes, docentes y exalumnos se unieron, este lunes por la mañana, en lo que denominaron un “abrazo solidario” al establecimiento, exigiendo la revocación de la medida disciplinaria que consideran desproporcionada e injusta.
Paula Schaller, una docente y delegada del establecimiento, le explicó a Canal 10 el motivo de la movilización: “Estamos aquí para repudiar la sanción aplicada a nuestra directora. Es una sanción muy grave, 15 días sin trabajo, lo que significa una pérdida considerable de salario para un trabajador de la educación”.
La protesta contó con la presencia de carteles con consignas como “Basta de maltrato laboral”, una clara referencia a la sanción recibida por la directora, cuya decisión generó un fuerte malestar entre los miembros de la comunidad escolar.
La sanción, según informaron varios miembros del cuerpo docente, fue aplicada a la directora tras una intervención que esta realizó en conjunto con el equipo de orientación.
La medida se habría originado luego de que la directora sancionara a un grupo de estudiantes en una instancia privada, enmarcada dentro de los criterios de la Educación Sexual Integral (ESI). En ese contexto, consideraron que la actuación de la directora fue apropiada y dentro de las normativas establecidas, lo que hace “más incomprensible la sanción aplicada”.
Un ataque a un proyecto educativo
Según los manifestantes, la sanción no sólo afecta a la directora, sino que también pone en peligro un proyecto educativo. “Esto no es un ataque individual, es un ataque a un proyecto de escuela que venimos sosteniendo toda la comunidad educativa”, expresó Paula. Los presentes señalaron que la medida parece ser parte de una política de maltrato laboral, y muchos consideran que la actitud de la sociedad propietaria de la institución es antidemocrática.
Mariana, una madre que se acercó al reclamo, compartió su preocupación: “Nos hicimos presentes para acompañar al cuerpo docente y también para manifestar nuestra solidaridad. No somos externos a esta comunidad, somos parte de ella”, explicó. Mariana, al igual que muchos otros padres, considera que lo sucedido con la directora no debe verse aislado, sino como un reflejo de un contexto más amplio en el que los derechos laborales están siendo avasallados.
“Elegimos esta escuela no sólo por el contenido académico, sino porque sabemos que aquí se forma a ciudadanos responsables y comprometidos. Lo que le ocurrió a la directora no se puede leer fuera de este contexto social”, añadió.
La respuesta de las autoridades
A pesar de la fuerte movilización y las diversas manifestaciones de apoyo a la directora sancionada, hasta el momento las autoridades de la sociedad propietaria del colegio no dieron respuesta oficial a los reclamos. La comunidad educativa exige una instancia de diálogo en la que se pueda debatir abiertamente sobre la sanción y sus implicancias, con el fin de llegar a una resolución que contemple los derechos de los trabajadores y el bienestar de los estudiantes.
