A la creación de un fuero especializado en violencia de género y a la modificación de la legislación vigente en esta materia, el Gobierno provincial sumó ayer el anuncio de una nueva herramienta tecnológica para la prevención de maltratos a mujeres.
Se trata de las denominadas "tobilleras electrónicas" o "pulseras electrónicas" cuyo uso los jueces podrán imponer a un agresor para que la Policía y la propia víctima pueda detectar un acercamiento de riesgo.
El mecanismo, que fue presentado ayer por el gobernador Juan Schiaretti y los ministros de Justicia de la Nación, Germán Garavano, y de la Provincia, Luis Angulo, no funciona sólo con la tobillera. Para que resulte efectivo es necesaria la complementación con dos aparatos "rastreadores terrestres o terrenales", uno de los cuales debe portar el agresor (junto con la tobillera), mientras que el otro debe ser llevado por la víctima.
Los tres elementos tienen interconexión con una central de monitoreo que vigila un operador policial, el que, ante una activación, inicia un operativo para prevenir o reprimir una agresión.
La activación de la alarma de este mecanismo es automática, al igual que el aviso que envía a la central de monitoreo policial. Esto significa que cuando el rastreador que lleva la mujer se activa para avisar que el agresor está cerca (la amplitud del campo de exclusión se puede determinar según el caso, pero puede superar los 300 metros), la víctima no tiene que avisar a la Policía, porque el mecanismo lo hace de manera automática.
El mismo aviso recibe el centro de monitoreo cuando el agresor se saca o rompe la tobillera, o cuando se aleja de su propio aparato rastreador.
Por todos estos detalles este sistema dual –aseguran las autoridades– es más efectivo que el botón antipánico que, no obstante, ha dado muy buenos resultados en Córdoba.
Córdoba, pionera
Durante la presentación de ayer, realizada en el Centro Cívico, se aclaró que Córdoba será pionera en la utilización de esta tecnología para la violencia de género. Además, explicaron que se trata de una prueba piloto, con 30 aparatos, que tras ser puestos a punto con el correspondientes sistema informático, estarán a disposición de los magistrados que tienen a cargo las causas de esta temática.
Hasta que no se compruebe su buen funcionamiento y efectividad, no habrá una distribución masiva. Es que, además del costo unitario de cada artefacto, el mantenimiento también tiene un gasto importante.
Garavano dijo, no obstante, que si en Córdoba funciona bien, el programa se ampliará a otras provincias como parte de un programa nacional contra la violencia de género.
Tanto Schiaretti, como Garavano y Angulo subrayaron que esta tecnología cuenta con el aval técnico de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Aunque se anticipó que para no dejar lugar a dudas sobre la legalidad de su utilización, se incluirá una modificación en el artículo 268 del Código Procesal Penal de la Provincia que regula algunas de las condiciones de la libertad en el caso de los acusados, imputados o condenados.
Durante el acto, Schiaretti destacó la implementación de esta nueva tecnología, y dijo que en Córdoba "ya hay 80 mujeres víctimas de violencia que reciben subsidios para pagar alquileres; 600 con obra social estatal; y mil mujeres con programas de apoyo económico y de becas para asegurarles independencia económica".
Angulo señaló que estos instrumentos "ayudan a que se respeten más las medidas de exclusión que pueden salvar vidas".
Siete juzgados de violencia de género
Seis tendrán sede en la Capital provincial y uno en Río Cuarto.
El Gobierno provincial enviará en las próximas horas a la Legislatura provincial los dos proyectos de ley anticipados ayer por La Voz. Uno modifica la ley de violencia familiar. El otro dispone la operatividad local de la ley nacional 26.485.
