Este miércoles retiraron las cintas que impedían el acceso al sector de villa La Tabla que fue devorada por las llamas el pasado martes. Al fondo, la formación del Ferrourbano irrumpió en esa postal del dolor a las 15.30. Al costado de esas vías, los vecinos esperaban una respuesta luego de que el fuego se llevara todo, incluida la joven vida de Lautaro, un pibe de apenas 16 años.
Desde la Municipalidad de Córdoba comenzaron a trabajar en conjunto con el Gobierno de la Provincia para encontrar una solución para las familias afectadas de villa La Tabla. El secretario de Políticas Sociales del municipio, Raúl La Cava, aseguró en diálogo con La Voz que la cuestión es una prioridad para la gestión.
“Hoy (por el miércoles) terminamos de hacer el relevamiento y estructuramos el acompañamiento a las familias. La población afectada fue alojada en hoteles de la ciudad. Pero queremos dar una solución definitiva a estas familias y así nos lo ha pedido el intendente Martín Llaryora”, aseguró el funcionario comunal.
Para poder llegar a esa meta, desde el Palacio 6 de Julio no desconocen que en el medio hay una investigación judicial, que instruye la fiscal Patricia García Ramírez. Tampoco pasan por alto el hecho de que las tierras en cuestión son terrenos de propiedad federal.
Y si bien ningún funcionario del gobierno de la ciudad lo confirmó, se especula con que la aspiración mayor es encontrar terrenos nuevos para los vecinos de La Tabla.
Tierra desolada en villa La Tabla
Quienes conocen el caserío de La Tabla, que el miércoles despidió con tristeza a Lautaro, no dudan en asegurar que se trata de una “tierra solidaria”. “Acá se vive de la ayuda mutua, en gran medida. Y de la que prestan las personas que colaboran”, aseguró un vecino de la zona.
“Lautaro –siguió–, trabajaba de limpiavidrios, sí, pero sobre todo era un vendedor ambulante. Pero su vida quedó trunca”. En los alrededores, hoy sólo hay huellas de lo que alguna vez fue un vecindario.
“En la casa esa vivía uno de sus amigos (suma otra vecina, mientras señala los restos de una construcción precaria). Muchos de los chicos que están en situación de calle vienen a parar a esta villa, porque está cerca del Centro”.
Sobre las cabezas de los sobrevivientes del voraz incendio, se observa un cablerío que lleva energía a una “casucha”. Las uniones están emparchadas con cinta. Nada parece seguro al costado de las vías del tren.
No obstante ello, un grupo de chicos trabaja en la zona retirando los restos más grandes de lo que quedó en ruinas. “Hicimos una pila con las chapas y separamos el plástico. No se puede recuperar nada”, cuenta alguien que levanta un tenedor tiznado, que aún conserva su forma.
El miedo sigue intacto y el frío es más crudo que algunos días atrás. Esta noche, aseguran los allegados, van a tener que volver a prender las “estufas caseras”.
Investigación tras el incendio en villa La Tabla
Por el lado de la Justicia, lo que aún reina son incógnitas. García Ramírez le dijo a este medio que espera el informe de Bomberos. Hasta el cierre de esta edición, no había imputados por el incendio y continuaban en marcha las investigaciones.
“Es un trabajo bastante fino el que hay que hacer. En principio, Bomberos todavía no tiene ninguna hipótesis”, aseguró la fiscal. En tanto, personas vinculadas al municipio que trabajaban en la zona insistían en una sola idea:a la vera de las vías del tren, nada se podía reconstruir.
De todos modos, este miércoles la fundación La Quadra espera empezar a levantar las paredes de las casas que fueron consumidas por las llamas.
“La gente necesita dormir reparada del frío. Y es un gesto simbólico y humanitario que puedan trabajar para reconstruir lo que perdieron”, aseguraron desde la institución que se dedica a atender a la población en situación de calle y a comedores de la ciudad de Córdoba.
A unos metros de los voluntarios, se apilaban restos de otro incendio. Dos casillas se habían prendido fuego en enero, aunque por fortuna en ese hecho no se registraron víctimas fatales. Los habitantes de Las Tablas esperaban el miércoles que este lamentable y “prevenible” incendio haya sido el último dolor de la comunidad. “Que no pase lo mismo siempre”, dijeron.