Una vez más está en disputa la preservación de los espacios verdes del Parque de la Vida, ubicado en el sudoeste de la ciudad de Córdoba. Este lunes por la tarde, los vecinos de la zona se encontraron con una parte de las ciclovías destruida y una empresa constructora trabajando en el lugar. Se trata de los primeros trabajos para la futura pavimentación de tres calles que conectarían el parque con el barrio Manantiales.
Los residentes se autoconvocaron el lunes por la tarde y lograron obstruir los trabajos.
Este martes por la mañana también se reunieron, entre la calle León Pinelo y Olivares, con banderas argentinas y carteles para hacerle frente al proyecto municipal, logrando frenar los trabajos y llevar el proyecto a una futura mesa de negociación con la Municipalidad de Córdoba.
“Este lugar, además de regular el clima, el viento, es un espacio de absorción. Son las famosas esponjas que están diciendo en este momento los geólogos para evitar las inundaciones en la ciudad. La obra de La Cañada es una obra muy buena, pero que sirvió para una ciudad del pasado, hoy necesita nuevos espacios verdes”, remarcó Alicia Córdoba, una de las vecinas autoconvocadas.
Córdoba insistió además en que remover tierras en esta época de lluvias no es conveniente, ya que todos los escombros que se desprenden se depositan en el arroyo que luego es el causante de taponar La Cañada, lo que provoca inundaciones o desbordes.
Los vecinos admiten que el año pasado había rumores de esta obra, pero que nunca se les notificó. Destacan que desconocen quién es el responsable final de este proyecto para llevarles alternativas sustentables con el objetivo de aminorar la contaminación y el daño ambiental del parque.
La Voz buscó respuestas por parte de la Municipalidad de Córdoba y no hubo respuesta oficial, sólo la versión de que la obra se había detenido y que se buscará el diálogo con los vecinos.
“Por el diálogo que tuvimos durante un año con la Municipalidad, ese proyecto de fraccionar el parque con calles se había desestimado. Nos hablan de que necesitan crear la conectividad con el barrio Manantiales, que crece exponencialmente. Queremos claridad y que la conectividad se logre por vías que no afecten al Parque de la Vida”, explicó Mariana Valdauf, otra de las manifestantes.
La obra
Pese a no tener claro la totalidad de los trabajos por realizar, los vecinos dicen que las calles que están programadas, según el plano que mostró este martes el ingeniero a cargo de la obra, son las siguientes: Echeverría (paralela al arroyo de La Cañada), León Pinelo (paralela a un desagüe del barrio) y El Fortín. Todas estas calles finalizarán en la rotonda del barrio Manantiales.
“La obra iniciada no cuenta con el estudio de impacto ambiental que manda la ley y mucho menos, la audiencia pública en la que los vecinos pueden expresarse. Entonces, también queremos defender el sistema democrático, que es nuestra protección legal en la cual pretendemos movernos”, advirtió Valdauf.
Propuestas sustentables
Los residentes están de acuerdo con acceder a más conectividad y con la reducción del embotellamiento del tráfico del área, pero sin la necesidad de intervenir el pulmón verde.
“No es necesario hacer ninguna calle nueva que atraviese el parque. Esto se puede hacer con toda la infraestructura de calles que ya existen, haciendo puentes que cruzan el Canal Maestro que conecta con el arroyo de La Cañada que pasa por el parque. Y de esta manera no se rompe con nada dentro del espacio, y se evitan los impactos negativos”, comentó Paula Guilaberti.
“No queremos que la obra avance ni un centímetro porque de lo que se haga no se va a poder volver atrás. Tenemos la esperanza de poder lograr algún acuerdo alternativo, hablar el problema de otra manera, pero no tenemos a quién plantearle las propuestas”, concluyó Guilaberti.
Antecedentes
El Parque de la Vida fue habilitado en 1992, en la intendencia de Rubén Martí. En sus inmediaciones se levantan los barrios Matienzo, Parque Capital, Rosedal, Ameghino Sud, Ampliación Matienzo, Balcarce, Ampliación Rosedal, ATE, Parque Capital Sud y René Favaloro.
La columna vertebral de este espacio verde está constituida por el arroyo La Cañada, que en ese tramo conserva sus características naturales.
La disputa por la protección de las hectáreas de esta área no es nueva, hace años que los vecinos luchan para evitar su deforestación.
En octubre del año 2022, la integridad del parque corrió peligro por la posible cesión de cinco hectáreas a clubes. Los vecinos se organizaron y lograron una vez más detener esa cesión y conformaron el grupo Preservando el Parque de la Vida.
Otra intervención que se intentó realizar en el parque por parte del municipio, de la cual varios vecinos estuvieron en contra, fue un proyecto de “puesta en valor” del espacio. Esta iniciativa proponía la creación de ciclovías, de basureros, de bebederos y de juegos para niños, entre otros servicios.
“Esa obra se inició en junio, se puso el cartel, se empezó a hacer y después de las elecciones se retiraron las máquinas. Un día vimos que no quedaba nada, pero sí quedaron los restos de obra, basura, escombros, y lo poco que hicieron fueron los estacionamientos, a los cuales no les hicieron las subidas y bajadas para los autos”, recordó Córdoba.
En tanto, para priorizar la integridad y preservación del parque, en junio del año 2023, los vecinos presentaron en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para declarar el espacio verde en reserva urbana natural y patrimonio cultural. No se trató.
