Las primeras lluvias llegaron este lunes a la provincia de Corrientes y trajeron algo de alivio al grave cuadro ambiental que se vive hace más de tres semanas. Sin embargo, según estimó el lunes el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Nación, Sergio Federovisky, los incendios forestales ya dejaron 800 mil hectáreas quemadas, lo que representa más del 12 por ciento de la superficie provincial.
Más allá de las lluvias, que según el pronóstico del tiempo se extenderían toda la semana, los bomberos correntinos todavía actúan en ocho focos de incendios. Según el parte del Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF), las llamas continúan avanzando en las ciudades de Concepción, San Miguel, Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Virasoro y San Martín.
“Se empiezan a registrar lluvias en el interior de la provincia, en las zonas norte, centro y sur. Esperamos que el tiempo nos siga acompañando”, expresó el lunes el gobernador Gustavo Valdés.
No obstante las previsiones sobre las lluvias, Corrientes atraviesa una alerta por máximas de 37 y 40 grados. Estas temperaturas afectan al norte provincial y los especialistas indican que es uno de los agravantes de la situación. En esa misma sintonía, se espera que la sequía y las altas temperaturas extiendan la aparición de focos de incendios hasta bien entrado el mes de marzo.
Colaboración
La zona afectada ya recibió la colaboración de 14 provincias, entre ellas Córdoba. El secretario de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil de la provincia, Claudio Vignetta, había precisado que la delegación está dividida en dos grandes grupos: uno que trabaja en el sector de la localidad de Ituzaingó y el otro en cercanías de San Miguel, sobre ruta 5. En total, viajaron hacia Corrientes más de 150 bomberos provinciales.
“La situación es muy delicada. Los medios aéreos trabajaron ayer (por el sábado) con mucha dificultad en condiciones muy desfavorables, ya que la temperatura alcanzó los 38 grados”, había explicitado el funcionario que encabeza la delegación que comprende a 177 efectivos entre personal de la Etac, bomberos voluntarios, Plan Provincial de Manejo del Fuego, Protección Civil y de la Secretaría de Gestión de Riesgo de la Provincia.
A la par de los bomberos cordobeses, en los incendios que afectan el territorio correntino trabajaban más de 300 bomberos voluntarios de otras provincias. El domingo se sumaron delegaciones de las provincias de Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero.
Por su parte, Federovisky detalló el lunes que el ministro de Ambiente de Nación, Juan Cabandié, se dirigió al campamento emplazado en la localidad de San Miguel, en el centro de la provincia de Corrientes. Lo hizo durante una entrevista en la cual recordó que el Estado nacional aportó “más de 10 medios aéreos” para apagar los incendios en esa provincia del litoral argentino.
“Tenemos un escenario adverso, resultado directo del cambio climático”, agregó el funcionario nacional.
