El coronavirus parece ceder en Córdoba, pero sigue estando en casi cada rincón del territorio provincia.
Hasta la semana pasada (del 16 al 22 de enero) había 67 mil casos activos en la provincia, según el reporte epidemiológico del Gobierno de Córdoba. Esa cifra es casi la mitad de lo 124 mil que había en la primera semana del año (del 2 al 8 de enero).
Los casos activos son las personas que dieron positivo a un test y se encuentran clínicamente y epidemiológicamente en situación de cursar la patología. Es decir, tienen síntomas o bien un cuadro asintomático, pero dentro del período de infección que establecen el protocolo.
Los 67 mil casos activos significan que 17 de cada 1.000 cordobeses están cursando la enfermedad y potencialmente pueden contagiar a otros.
Covid-19 en el interior de Córdoba
De todos ellos, casi 31 mil están en la Capital y otros 36 mil en el interior. Solo 39 localidades cordobesas de las 427 que se tienen en cuenta en el reporte no presentan casos activos. Es decir, en el 91 por ciento de los poblados provinciales hay circulación del virus. En la primera semana del año ese porcentaje era del 87 por ciento.
“Los casos claramente comenzaron a bajar en Capital, pero hay muchas localidades donde todavía no se observa un descenso. Lo que va cambiando es la proporción de los datos que provienen de distintas ciudades”, explica Rodrigo Quiroga, investigador del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba, que sigue de cerca la evolución de la pandemia.
Los departamentos de Ischilín, Calamuchita, Tercero Arriba, Tulumba y Colón son los cinco distritos con más casos por habitantes, además de la Capital.
Coronavirus en los barrios
En tanto, el 78,8 por ciento de los barrios de la ciudad de Córdoba tienen casos activos. El porcentaje viene bajando desde el inicio del año.
En la última semana analizada por el reporte provincial (del 16 al 22 de enero) había 26 barrios con más de 100 casos. Esa cifra era de 77 en la semana anterior.
Seis barrios tienen más de 300 casos: Centro, Alto Alberdi, Alberdi, Nueva Córdoba, Alta Córdoba y Villa El Libertador.
Casos activos por barrio de la Capital
Indicadores en baja
- La mayoría de los indicadores del último reporte epidemiológico de Córdoba muestran que esta tercera ola está cediendo.
- R0. El año comenzó con un R0 de 1,18, pero ahora ya está en 0,74. Es un indicador teórico que determina el número de nuevas infecciones que puede provocar una persona contagiada.
- Razón. Otro valor que sirve para sabe si los casos están subiendo o bajando. Pasó de 5,23 a 0,6.
- Incidencia. La cantidad de casos notificados cada 100 mil habitantes, bajó de 4.858 a 2.917.
Pero hay dos valores que están subiendo y pueden llamar la atención. El 2022 inició con una positividad del 21 por ciento pero ahora está en 36 por ciento. Esta categoría mide la cantidad de personas que dan positivo sobre el total de testeados.
Quiroga piensa en dos posibles causas. Una es artificial. “Se asocia a una saturación del sistema de carga de datos. Cuando colapsa, se tiende a priorizar la carga de positivos por lo que sube la positividad. Aún se están cargando casos positivos de la segunda semana del año”, explica.
Pero también cree que puede deberse a que hay una predisposición diferente de la ciudadanía a hisoparse.
También subió levemente la oportunidad de consulta. Este valor mide la cantidad de días que pasan entre que la persona tiene síntomas y se va a hisopar. Pasó de 3 días a 3,3 días.
“La diferencia no parece muy significativa, pero con la amplia circulación de mensajes errados como ‘Ómicron es más leve’ o ‘Nos vamos a contagiar todos’, es bastante lógico que ocurra”, asegura.
Ocupación de camas
La ocupación de camas para pacientes con Covid-19 se mantiene alrededor del 20 por ciento, según informa el Gobierno de Córdoba. Sin embargo, la demanda real de las terapias intensivas está por encima del 80 por ciento, según un relevamiento de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Sati) y reconocido por funcionarios provinciales.
Esa diferencia se debe a que la cifra oficial solo cuenta personas internadas por Covid-19 y toma como base la máxima oferta de camas alcanzada en la segunda ola.
Pero excluye a los pacientes internados por otras patologías (con o sin Covid-19) y no tiene en cuenta que la disponibilidad de camas es menor en este momento porque los servicios están reducidos debido a las vacaciones y contagios entre el personal de salud.
