Tres años atrás, un hombre de 46 años que llegó a Buenos Aires desde Milán, Italia, marcó el hito del primer caso confirmado de coronavirus en Argentina. Tres días después, otro hombre de 57 años, también viajero, fue el primer Covid positivo de un residente de Córdoba. Desde entonces, se notificaron más de 10 millones de contagios y 130.463 muertos por Covid, de acuerdo al último parte del Ministerio de Salud nacional, publicado el 27 de febrero. La información sobre la evolución de casos ya no es diaria, sino semanal y el testeo no es universal, sino que está restringido a grupos con factores de riesgo. En Córdoba se acumularon desde 2022 77.506 casos confirmados, pero en la última semana epidemiológica relevada –la 8 de 2023, correspondiente al periodo del 19 al 25 de febrero– sólo se sumaron 34. Los contagios detectados en Córdoba tuvieron un rebote en las últimas dos semanas de 2022 y en las primeras dos semanas de este año, con un pico de 11.496 casos en la última semana del año pasado, tras los festejos de Navidad. En la primera semana de 2023 se relevaron 6.491 casos confirmados y este es el pico en lo que va de este año. Ese número viene cayendo desde entonces, con un nuevo descenso en relación con la semana 7, con 65 casos, de un 47 por ciento, según el informe del Ministerio de Salud provincial.
“Se viene produciendo una sostenida desescalada de casos que va acompañada con un descenso en los registros de consultas e internaciones, gracias a la introducción de la vacuna”, consideró la jefa de Epidemiología del Ministerio de Salud provincial, Laura López.
Hoy ya no quedan casi medidas de prevención vigentes, salvo la indicación de sostener la cobertura de vacunación, con refuerzos cada 120 días. Y aquí también se ve una relajación, producto, tal vez, de una menor percepción de riesgo en la población, en especial en los grupos de menores de 50 años.
Los mayores de 70, los que impulsan la vacunación
El último corte que realizó el Ministerio de Salud provincial de cobertura de vacunas contra el Covid se hizo el 25 de febrero y muestra que apenas el 4,5 por ciento de la población mayor de seis meses (la que cuenta con fórmulas aprobadas para su aplicación) tiene colocado un tercer refuerzo o quinta dosis. Esta proporción está sostenida, casi en su totalidad, por el grupo de 50 a 69 años, con un 10,15 por ciento con cinco vacunas y el de mayores de 70, con 15,28 de refuerzos completos. En el grupo de adultos jóvenes –18 a 49 años– la quinta dosis tiene apenas un 2 por ciento de cobertura.
En comparación con diciembre de 2022, en la franja 50-69 años se avanzó casi 4 puntos porcentuales, desde un 6,32 por ciento y entre los mayores de 70, unos 5 puntos, desde el piso del 31 de diciembre pasado de 10,19 por ciento.
Una posible explicación para el impulso que tuvo este grupo etario es la habilitación de las fórmulas bivariantes, focalizadas en personas con vulnerabilidades o factores de riesgo, entre las que se contaba la mayor edad.
Desde que se distribuyeron las 74 mil fórmulas de Pfizer que combinan la inmunización contra la variante original y la Ómicron se colocaron en Córdoba 14.169 dosis bivariantes. La mitad de estas aplicaciones se hicieron en los centros públicos y privados del interior, mientras que la otra mitad se colocó en Capital, con un esquema más descentralizado que incluye los centros de salud, pero también las farmacias y las brigadas que salen a cubrir esquemas en distintos territorios, en campañas de promoción de la salud.
“Hubo una gran respuesta los primeros días de los mayores, que son los que están concurriendo. Pensamos que se le iba a prestar más atención en los adultos jóvenes, que son los que tienen mayor movilidad, porque son fórmulas actualizadas, que ofrecen mayor protección, pero no ha tenido la respuesta esperada en esa franja”, confió López. Se aguarda ahora el envío de la Moderna bivalente, autorizada para los mayores de 6 años, para poder avanzar en refuerzos en la población pediátrica con factores de riesgo.
“Lo que observamos es que en la vacunación predomina la percepción de riesgo sobre el criterio básico de prevención, que es adelantarme a los sucesos indeseables como los brotes y los fallecimientos. Y nos preocupa porque esto también tuvo impacto en el resto de las vacunas y la campaña de sarampión y rubéola, por caso”, remarcó López.
Campaña casi detenida en adultos jóvenes, adolescentes y niños
El último grupo etario que tuvo acceso a las vacunas es el de los bebés y niños y niñas de seis meses a dos años de vida, donde apenas el 3,4 por ciento tiene aplicada una vacuna y un 1,4 por ciento el esquema primario de dos dosis cubierto. En diciembre pasado, poco antes de que se anuncie la apertura de los refuerzos para este grupo, el 2,5 por ciento tenía una dosis y eso apenas varió en dos meses.
En el resto de las franjas etarias, los movimientos también son mínimos.
Se pasó de un 50,2 por ciento a un 51 por ciento de cobertura con un refuerzo entre los adultos jóvenes –de 18 a 49 años– y de un 11,1 por ciento a un 12,7 por ciento con la cuarta vacuna (o segundo refuerzo) desde diciembre.
Apenas uno de cada tres adolescentes –12 a 17 años– tienen un refuerzo. Esto era idéntico en diciembre (se movió décimas). Y entre los niños de 5 a 11 años, apenas uno de cada cuatro tiene un refuerzo. Esto era igual a fin del año pasado.
Hubo un leve repunte en la aplicación de refuerzos entre niños de 3 y 4 años, posiblemente por las indicaciones a los ingresantes a salas de tres y jardines escolares. Aquí se pasó de un 6,2 por ciento con un refuerzo a 8,2 por ciento, con un 61 por ciento de cobertura de esquemas primarios y 80,9 por ciento con primera dosis. Estos últimos dos porcentajes casi no se movieron desde diciembre.
“Lo que venimos observando es que los que se han internado son quienes no tenían sus esquemas completos o no estaban vacunados o son personas con factores de riesgo, es por esto que queremos focalizar los esfuerzos en estos grupos, con independencia de que la vacuna está indicada para toda persona que se la quiera colocar y está garantizada la oferta pública y privada, la accesibilidad está garantizada, los vacunatorios no están abarrotados y no hay colas”, enfatizó López.
