Más que una curva, es una pared, una línea vertical que de pronto se levanta.
Eso es lo que dibuja la evolución de contagios de coronavirus en la provincia de Córdoba en las últimas semanas, cuando pasó en menos de un mes de registrar los niveles más bajos de casos positivos de todo el año (unos 100 por día en la primera semana de diciembre) al récord absoluto desde el inicio de la pandemia en un solo día, según lo que se reportó este lunes (con 5.583 contagiados).
Pero la trepada de los casos no se compadece con la de hospitalizaciones.
El récord anterior de infectados, con días de más de cinco mil positivos, se dio en junio pasado, durante el pico de la segunda ola. Comparado con la de estos días, asoma una primera gran diferencia: en junio, el nivel de pacientes internados en camas críticas por Covid rondó en Córdoba los tres mil, que dejó al borde del colapso al sistema público y privado de salud.
Actualmente, la ocupación de camas es mucho menor. En lugar de mas del 95% de las camas ocupadas, llega hoy al 3,5%. Pero conviene repasar algunos números.
Aunque muy lejos de aquellas cifras de internaciones de junio, la cantidad de pacientes va también en ascenso en las últimas dos semanas.
La escala de contagios
Entre octubre y comienzos de diciembre, el número de internados en camas críticas se situaba entre los 20 y los 34 por día. El 30 de noviembre pasado se reportó la menor cantidad: 19.
Desde la segunda semana de diciembre la cifra comenzó a escalar, aunque sin estridencias. Al 15 de diciembre eran 41; al 20 de este mes fueron 52; subieron a 72 el día de Navidad, y este lunes el Ministerio de Salud notificó 121 pacientes ocupando camas críticas por Covid (14 de ellos en estado grave, con asistencia de respirador mecánico).
La suba de internaciones es mucho más leve que la de casos. Pero las autoridades y expertos empiezan a monitorear esos números también con atención.
Para estar atentos
“En un corto período de tiempo se está viendo un aumento. Los niveles de internación siguen siendo bajos, pero hay que tener en cuenta que en pocos días se han duplicado”, señaló esta semana el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo.
Remarcó que el 40% de los internados actuales no tiene ni una dosis de vacuna, que el 10% tiene una dosis y el 50% restante se colocó dos dosis.
Respecto a la incidencia de la variante Ómicron, Cardozo afirmó que no está comprobado aún el hecho de que sea de menor riesgo que el resto de las versiones del coronavirus. “Es lo que se estima, ese comportamiento de la cepa se está viendo ahora más en la gente joven, pero cuando se disperse a poblaciones más vulnerables no se conoce cómo actuara”, explicó.
El otro punto que advierten muchos especialistas es el de las proporciones. Miguel Díaz, director del hospital Rawson en Córdoba, abrió interrogantes en relación al planteo de que los actuales casos no parecen generar impacto en el sistema de salud: “Con que deba internarse el 2% o 3% de las personas que se están contagiando, la situación ya puede convertirse en crítica para el sistema”, dijo.
Por más que la tasa de internados con esta variante sea menor que con otras, y que influya decididamente la vacunación, si la cantidad de casos escala a cifras muy altas, esa baja proporción de internados podría representar igualmente un número neto alto para el sistema.
De todos modos, el mismo Díaz apuntó que se está viendo una buena reacción en las personas contagiadas pero vacunadas con esquema completo.
La OMS y el mundo
En el mundo las inquietudes son similares.
“Un rápido aumento de Ómicron, como el que observamos en varios países, aunque se combine con una enfermedad ligeramente menos grave, provocará un gran número de hospitalizaciones, sobre todo entre los no vacunados”, planteó Catherine Smallwood, una de las principales responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa.
Ante las incertidumbres sobre la nueva variante detectada por primera vez a fines de noviembre en Sudáfrica, los países dudan entre fuertes restricciones y una estrategia más flexible debido a los signos de menor gravedad de Ómicron.
“Es demasiado pronto para decir si la ola de Ómicron será más o menos grave que la de Delta”, respondió Smallwood a la agencia de noticias AFP.
“Los datos preliminares en las poblaciones más afectadas de Europa (Inglaterra, Escocia, Dinamarca) muestran que Ómicron podría dar lugar a un menor riesgo de hospitalización en comparación con Delta”, citó.
Pero sugirió que los datos preliminares se tomaran “con cautela”, ya que en la actualidad los casos observados se refieren “sobre todo a poblaciones jóvenes y sanas en países con altas tasas de vacunación”.
