Un mal control de la presión arterial puede conducir, desencadenar, o desarrollar otras enfermedades como la diabetes, la enfermedad renal crónica, además del riesgo de tener un infarto agudo de miocardio o un ictus.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular. Se calcula que en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión, y el 46% de ellos desconocen que tienen esta enfermedad. Y solo el 21% de los hipertensos tienen bien controlada la enfermedad.
Con la magnitud de estos datos se puede considerar que la hipertensión es la causa principal de muerte prematura en el mundo. La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad que, además de ser crónica, es silenciosa: tanto a medio como a largo plazo produce daño si no la controlamos en la mayor parte de los órganos, y se producen síndromes muy serios con afectación cardiaca, renal, endocrina, o neurológica, entre otros.
Por eso la población debe hacerse mediciones periódicas de la presión arterial, y cuando las cifras están alteradas ponerse en contacto con el personal sanitario que le orientará en lo que debe ser.
Cuál es la mejor hora para medirse la tensión arterial y cómo hacerlo correctamente
Rafael Crespo, miembro de los grupos de trabajo de Urgencias y de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), aclara que sobre la mejor hora para tomarse la tensión no hay consenso científico.
Cuando la persona se toma la presión arterial en su domicilio se recomienda hacerlo bajo unas condiciones que garanticen una toma correcta de la misma, aconsejándose hacerlo antes del desayuno y de la cena.
Sin embargo, con un dispositivo de medición ambulatoria de la presión arterial (conocido como MAPA o Holter de PA), la información que se obtiene a lo largo de las 24-48 horas es más valiosa, los datos durante el descanso también son muy importantes a la hora de evaluar el riesgo cardiovascular o el cómo iniciar terapia a la persona.
Pasos para una correcta medición
Si una persona se tiene que medir la presión arterial en su domicilio con un dispositivo, debe asegurarse en primer lugar de que el aparato a emplear sea el adecuado y esté validado. Elegir un ambiente tranquilo y sin ruidos, con una temperatura agradable y evitar el consumo de café, de tabaco, de alcohol, la comida, o el haber hecho ejercicio físico 30 minutos antes de la toma. Aparte de vaciar la vejiga.
Sentarse cómodamente en una silla con respaldo, apoyando la espalda y no cruzando las piernas. Colocar el brazalete en el brazo dominante (si somo diestros en la derecha y los zurdos a la izquierda), asegurándonos que es del tamaño adecuado, con el brazo extendido y sin ropa que oprima, a la altura del corazón y apoyado sobre una mesa.
Reposar durante 5 minutos e iniciar la medición, no hablando ni moviendo el brazo durante la misma. Se hacen 3 medidas, dejando pasar 2 o 3 minutos entre cada una de ellas, pero sólo interesa anotar la segunda y la tercera.
“Solemos recordar a las personas que no se obsesionen con la presión arterial”, añade el médico.
El riesgo de hipertensión aumenta con la edad avanzada, por causas genéticas, por sobrepeso u obesidad, por sedentarismo, por comer con mucha sal y por consumo de alcohol. Esta es una enfermedad silenciosa, por lo que hacer controles periódicos es fundamental y acudir al médico cuando se tengan dudas.
Nuevo consenso médico redefine los valores de la presión arterial
La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) establecieron un nuevo consenso que redefine los valores normales de presión arterial para pacientes hipertensos.
Según el acuerdo, el umbral saludable para este grupo pasa de 14/9 mmHg a 13/8 mmHg, una medida que busca reducir significativamente los riesgos de infarto y accidente cerebrovascular (ACV).
Este cambio, respaldado por evidencia clínica reciente, podría prevenir al menos el 15% de los infartos y hasta el 18% de los ACV en el país, según los expertos.
