La inesperada irrupción de la pandemia por coronavirus modificó casi todo lo que el hombre conocía hasta entonces. A su vez, estas alteraciones tuvieron un impacto en la sensibilidad humana. Y uno de los resultados más preocupantes es la afección que produjeron las nuevas condiciones de vida en los niveles de felicidad.
En este mismo sentido, un reciente estudio indica que los niveles de felicidad y de satisfacción con la vida de los argentinos han caído en los últimos dos años. El primer año de la pandemia, en 2020, estos porcentajes fueron del 62,8 por ciento. El segundo, en 2021, el registro fue de 57,9 por ciento.
La investigación fue presentada por el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21. Es el resultado de un nuevo relevamiento sobre el bienestar emocional de los argentinos y el grado de satisfacción en cuanto al desarrollo y los objetivos alcanzados en los últimos meses.
“Tras más de un año de pandemia, casi el 50 por ciento de los encuestados manifestaron tener bajos niveles de felicidad y de satisfacción con su vida”, expusieron.
Según las conclusiones presentadas por el Observatorio, se registraron aumentos en los niveles de estrés crónico y agotamiento emocional (síndrome de Burnout). “Más del 25 por ciento de la población siente la mayor parte del tiempo que no tiene casi nada de energía para ir a trabajar y que, tras el horario laboral, se sienten tan cansados que no pueden realizar otro tipo de actividades”, expresaron.
Pero también señalaron que esto no significa que los demás argentinos no estén cansados. “Este porcentaje restante está experimentando un cansancio extremo. Los niveles de felicidad y de satisfacción con la vida de los argentinos han caído de un 63 por ciento entre mayo y junio de 2020 a un 57 por ciento entre mayo y junio de 2021”, detallaron.
Estudio
El trabajo que realizó el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales se orientó hacia una población conformada por hombres y mujeres. Sus edades estuvieron comprendidas entre los 18 y los 65 años. Todos los intervinientes realizaban tareas laborales y eran residentes de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.
En total, el informe final se construyó en torno a 1.050 casos. Entre los resultados más relevantes, el estudio mostró que más del 25 por ciento de la población observada siente la mayor parte del tiempo que “no tiene energía para ir a trabajar” y que se siente “tan cansado que no puede realizar otras actividades luego del horario de trabajo”.
En cuanto a las emociones positivas, el 40 por ciento de la población señala que se siente alegre y satisfecha. Respecto de la motivación, casi la mitad de los argentinos (48 por ciento) señalan que se sienten entusiasmados e interesados.
En cuanto a la variable de las relaciones sociales, se observan los puntajes más altos. El 72,6 por ciento “se siente querido o amado”, y el 66,6 por ciento se manifiesta “satisfecho con sus relaciones personales”.
Y en relación con la percepción de propósito en la vida, el 60 por ciento de los argentinos comprendidos por el estudio señalan que su vida tiene una meta o un propósito. Pero menos de la mitad de los argentinos (45 por ciento) sienten que han alcanzado metas importantes en su vida.
En relación con los resultados que arrojó el estudio, la rectora de la Universidad Siglo 21, María Belén Mendé, sostuvo que la educación positiva es clave para regular las emociones.
“Las personas pueden conformar ecosistemas de bienestar a través de una corriente mundial llamada ‘educación positiva’, que plantea justamente que el bienestar se aprende. Es decir, para poder ser un profesional integral, con una mirada positiva, con un manejo positivo de las emociones y de las perspectivas sobre el mundo, las instituciones deben acompañar con ciertos componentes que promuevan la generación de estos espacios y experiencias, que son claves para el bienestar tanto personal como social”, declaró.
“Resulta clave contar con cierto nivel de bienestar para poder afrontar el estrés cotidiano, trabajar de forma productiva y desarrollar nuestro talento; y es el deber de organizaciones, empresas e instituciones educativas liderar las acciones sistemáticas para promover el bienestar y la felicidad de la población”, concluyó el director del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad, Carlos Spontón.
Datos
- Si bien solo el 40 por ciento de la población señaló sentirse alegre y satisfecha, el 48 por ciento se mantiene interesado y entusiasmado con sus motivaciones, tanto sociales como económicas y laborales.
- Respecto a las relaciones sociales, se detectaron los valores más altos, ya que se observó que el 72,6 por ciento de los argentinos “se sienten queridos o amados”, y que el 66,6 por ciento manifestó que se siente “satisfecho con sus relaciones personales”. De manera similar, seis de cada 10 encuestados señalaron que su vida tiene una meta o un propósito.
- En términos de género, las mujeres manifestaron tener los mayores niveles de motivación (más del 50 por ciento), sentido (más del 60 por ciento) y logros (más del 70 por ciento), mientras que los hombres tienen mayor porcentaje de acuerdo con las afirmaciones vinculadas a las relaciones sociales (superando el 60 por ciento).
- En cuanto a los segmentos etarios, al comparar los niveles de bienestar psicológico, la población comprendida entre los 41 y los 50 años reflejó los valores más altos, con porcentajes entre el 50 por ciento y el 60 por ciento de respuestas positivas; mientras que el rango de 30 a 40 años arrojó los niveles más bajos.
- Tomando en cuenta los puntos geográficos donde se tomaron las muestras, los habitantes de Rosario reflejaron los promedios más elevados en Emoción Positiva (casi 23 por ciento), Motivación (casi 25 por ciento) y Relaciones Sociales (más del 25 por ciento). Corrientes manifestó un nivel más alto de Propósito en la Vida (más del 29 por ciento) y Córdoba reflejó las cifras más destacadas en cuanto a Logros (casi el 27 por ciento).