La llegada de los días cálidos y soleados suelen ser sinónimo de actividades y disfrute al aire libre. El sol suele ser sinónimo de mayor predisposición a practicar actividades al aire libre, y las personas comienzan a abandonar su confinamiento casero.
La exposición -moderada- al sol no solamente tiene consecuencias en el bronceado. También puede favorecer a la salud de las personas aportando vitamina D, clave para la salud del organismo y la mente. Sin embargo, exponerse más de lo adecuado o en horas difíciles puede implicar un riesgo.
Esta es la cantidad de tiempo que hay que exponerse al sol
De acuerdo con expertos, el sol es un sintetizador natural y clave de vitamina D. Por eso, cualquier persona que se exponga a los rayos solares, obtendrá beneficios para su salud. En verano, cuando crece la radiación UV, hay que tomar ciertos cuidados para evitar riesgos vinculados a quemaduras y hasta cáncer de piel.
La principal medida de precaución a tomar al momento de exponerse de forma directa al sol en verano es no exponerse en las horas de mayor radiación UV (suele ser después de las 12 y hasta las 17). Evitar tomar sol o realizar actividades bajo la radiación solar en ese horario es la principal recomendación.
Hay que tener en cuenta también la exposición al sol que se recomienda sin el uso de protector solar. En términos generales, los expertos coinciden en que ninguna persona debería estar expuesta al sol sin protección durante más de 20 o 30 minutos al día. Cumplido ese tiempo, ya es riesgoso para la salud.
Recomendaciones al momento de tomar sol para cuidar la salud
En invierno, cuando la radiación solar es menor, la piel necesita una mayor exposición al sol para sintetizar la dosis recomendada de vitamina D. En esta estación, una persona precisa de entre 130 y 150 minutos de sol al día. La radiación UV es mínima por lo que el riesgo es bajo.
En verano, entre 20 y 30 minutos de sol al día son suficientes para reforzar la vitamina D y no estar en peligro. A partir de ese tiempo, es fundamental recurrir a las cremas protectoras, y por supuesto siempre evitando el horario entre las 12 y las 17.
Además, en verano es fundamental acompañar a los filtros bloqueadores en crema con otros elementos protectores del sol para evitar daños en la piel y la salud: gorros, lentes y prendas de colores blancos o claros son clave para mantener el riesgo alejado y preservar la salud.
