La excárcel de Encausados de la ciudad de Córdoba ya está convertida en un parque y se habilitará este viernes a las 19.30. Sumará 11.200 m2 de espacio verde a barrio Güemes, para lo que el Gobierno provincial invirtió casi $ 400 millones.
El sitio se llama ahora Paseo Güemes y cuenta con la intervención sobre las fachadas de la antigua cárcel habilitada en 1935, que ahora aparece restaurada y con iluminación ornamental. Está en la manzana delimitada por las calles Ayacucho, Lacosta, Belgrano y Santiago Temple, a dos cuadras de La Cañada y a 500 metros del Portal de Güemes, el sector del barrio que es un polo gastronómico.
Justamente, la idea del Gobierno provincial es que el nuevo paseo comience a extender la actividad de la calle Belgrano hacia el sur. “Está enclavado en el barrio de Güemes, que suma ahora un nuevo espacio. La cárcel hundía la zona; ahora esto será un motor impulsará este sector”, remarcó el ministro de Obras Públicas de la Provincia, Ricardo Sosa.
El funcionario dijo que la intervención requirió una inversión de $ 395 millones y que ahora el espacio verde y el edificio serán transferidos a la Municipalidad, que deberá definir qué destino le dará a la antigua cárcel.
Los trabajos se iniciaron en abril de 2021, con la demolición de los muros perimetrales, que fueron reemplazados por rejas.
Desde Obras Públicas remarcaron que tendrá acceso controlado, y se podrá asistir todos los días, de 8 a 21. Toda la manzana tiene una superficie de 15.400 m2, de los cuales el parque ocupa 11.225 m2. La mayor parte da hacia calle Ayacucho.
El equipamiento
El nuevo paseo tiene áreas de circulación, de permanencia y plazas blandas con juegos infantiles. También cuenta con espacios de descanso en recorridos peatonales y con reserva de lugares para personas en silla de ruedas. Está dotado de mobiliario urbano: bebederos, cestos de basura y bicicleteros. Además, hay estaciones de reciclaje con ecobicis.
Se recuperaron y restauraron fachadas y cubiertas del edificio de la excárcel llevándolas a su estado original, y se incorporó iluminación ornamental. Finalmente, se construyeron dársenas de estacionamiento sobre calles Ayacucho y Santiago Temple con lugares para personas con discapacidad.
Finalmente, se construyeron dársenas de estacionamiento sobre calles Ayacucho y Santiago Temple con lugares para personas con discapacidad.
De cárcel a paseo
En 2000 fueron trasladados los últimos detenidos a la espera de sentencia de la ex-Encausados a Bouwer. Pero en el edificio continuó funcionando la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) por varios años.
En 2008, durante su primer mandato, el gobernador Juan Schiaretti anunció el cierre definitivo, recién cuatro años después y luego de un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que declaró “inhabilitado” el edificio.
En 2012 dejó de operar y un año después se conoció el proyecto del Paseo de Güemes, que finalmente no prosperó. Fue fruto de un concurso que, para su materialización, necesitaba de inversores privados. Contemplaba espacios culturales, comerciales y viviendas.
La idea no despertó el interés de desarrollistas, y quedó postergado. En 2018, la Provincia comenzó a trabajar en otra iniciativa mucho más modesta, que implicaba la demolición de los muros y la creación de espacios verdes, que se empezó a construir en abril de 2021.
Edificio histórico
En los primeros años de la década del ‘20, la gran cantidad de condenados y procesados en Córdoba había provocado que la Penitenciaría de barrio San Martín llegara al límite de su capacidad. Esto obligó a las autoridades del Gobierno provincial a construir un penal para encausados en esta Capital.
Luego de rechazar algunas propuestas, se aceptó la de José Richardson de construir la cárcel en un terreno en Pueblo Nuevo (hoy barrio Güemes), dada su cercanía con Tribunales y la Policía. El terreno, con una superficie de 15.400 metros cuadrados, estaba entre las calles Belgrano, Perú y Ayacucho.
A finales de 1921 comenzaron las obras de construcción y cinco años después el edificio estuvo listo, pero no así su muro perimetral, por lo que solamente comenzó a funcionar la Comisaría 10ª y un asilo de varones.
Con el paso de los años, el aumento de presos en la Penitenciaría obligó a trasladar a algunos a Encausados. Recién en 1935, el muro estuvo terminado y el penal fue habilitado.
Hubo dos motines históricos. El primero fue un 30 de octubre de 1969, fue asesinado por un guardia el director del penal, Salustino Pérez Estévez. El hecho se produjo cuando el agente penitenciario desoyó una orden y, sin dudar, disparó contra un grupo de presos que tenía al director como rehén. Aquel día también murieron dos guardiacárceles.
El segundo hecho ocurrió el 22 de enero de 1996, cuando tres presos dejaron de existir por la violenta represión del personal penitenciario, luego de que se abortara un intento de fuga.
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