En el corazón de la provincia de Córdoba, una iniciativa solidaria está desafiando las distancias y las fronteras más custodiadas del Caribe. Romina Madrid, una reconocida médica pediatra y cofundadora del Hospital Ambulante, activó junto a su equipo una campaña que busca transformar la realidad de una de las comunidades más olvidadas del mundo: Anse-à-Pitres, en Haití.
El objetivo es tan sencillo como ambicioso: lograr que 100 niños haitianos tengan un almuerzo de Navidad con pollo, arroz, porotos y agua potable este 24 de diciembre. Para Romina, quien viajó durante años a esa zona desfavorecida, se trata de combatir ese “sabor amargo” de saber que, en lugares donde la supervivencia es el único norte, la Navidad simplemente no existe.
El Hospital Ambulante: salud y solidaridad sin fronteras
El Hospital Ambulante no es un equipo médico convencional. Está integrada por médicos, paramédicos, enfermeros, veterinarios, peluqueros y voluntarios que llevan asistencia a áreas críticas tanto en Argentina como en el exterior. Aunque actualmente también coordinan un festejo navideño en un merendero de Córdoba, la mirada de Romina está puesta hoy en el extremo sureste de Haití.
Anse-à-Pitres es una comuna que vive en una vulnerabilidad extrema, separada de la República Dominicana apenas por el cauce seco de un río. Allí, el hambre es una amenaza diaria y la falta de servicios básicos como electricidad o agua potable dispara casos de enfermedades graves como el cólera. En este contexto, un plato de comida caliente no es sólo alimento; es un acto de “resistencia emocional ante la adversidad”.
Un “efecto mariposa” logístico
Lo que Romina define como un “sueño reloco navideño” requiere una logística de precisión quirúrgica para superar el bloqueo económico que suele asfixiar a la zona. La campaña funciona como un “efecto mariposa” que comienza con una donación en Córdoba y termina en un fogón haitiano.
“El dinero en peso ingresa a la cuenta del Hospital Ambulante, luego se compran dólares y se envía por Western Union a Santo Domingo. Luego los voluntarios deben esperar que los militares habiliten el paso fronterizo con Pedernales para retirar el efectivo. Con el dinero en mano, compran los insumos locales y cocinan para llegar al almuerzo del 24”, explicó Madrid a La Voz.
Y sumó: “Hasta el momento, la solidaridad nos permitió enviar U$S 400, asegurando el almuerzo para el centenar de niños previsto”. Sin embargo, la campaña no se detiene: ya han recaudado otros $ 117 mil que serán destinados a la celebración de Reyes”.
Incertidumbre en el terreno
A pesar del entusiasmo, la realidad haitiana impone sus propias reglas. Madrid confesó recientemente que se encuentran “algo intranquilos” por haber perdido comunicación con el equipo en la zona desde el pasado fin de semana. No obstante, la pediatra mantiene la calma: “Haití es así”, afirma, acostumbrada a la inestabilidad de un país donde el control de las pandillas en las rutas y los conflictos diplomáticos suelen interrumpir el flujo de suministros.
El mensaje de la campaña es contundente: que ningún niño se vaya a dormir con hambre esta Navidad. Para quienes deseen colaborar con este “regalo” de supervivencia, el Hospital Ambulante mantiene abierto el canal de donaciones a través del alias: Bingo.Europa.Celta.
