Argentina está cara en dólares. Muy cara. Basta con comparar precios del súper con otros países de la región, como Chile o Brasil, para comprobarlo. Incluso, muchísimos productos están más baratos que en mercados de Europa, donde el poder adquisitivo de la población duplica y hasta triplica al nuestro.
Pero no sólo estamos caros en dólares respecto de otros países. También estamos más caros en dólares en comparación con nosotros mismos, en otros momentos de la historia del país.
Hace 30 años, en Argentina regía la ley de convertibilidad pergeñada por Domingo Cavallo, que durante buena parte de la década del ´90 igualó un peso con un dólar. Una suerte de dolarización forzada que hoy también trata de imponer Javier Milei.
En aquel entonces, la inflación era mínima y los precios de los bienes y los servicios en el país estaban equiparados a los estándares internacionales. Algo que también añora lograr el actual presidente libertario.
Pero aunque ahora la inflación está bajando, los precios en dólares de la mayoría de los artículos que se comercializan en el país siguen subiendo. De hecho, hoy están mucho más caros que a finales de los ‘90.
Un simple repaso por catálogos de supermercados locales del año 2001 –antes del estallido de la convertibilidad– muestra una importante diferencia entre lo que costaban en dólares varios productos en aquellos años y lo bastante más que cuestan hoy.
La cerveza es quizá el mejor ejemplo. “Eh, don, ¿no tiene un peso pa’ la birra?”, pedían los pibes al pasar por la casa de los vecinos después de algún partidito de fútbol en la plaza del barrio. El peso amablemente solicitado para gastar en la despensa de la esquina equivalía exactamente a un dólar.
Hoy, salvo alguna que otra oferta puntual, una cerveza en el súper no baja de $ 3 mil y en un quiosco, de $ 3.500 o $ 4 mil. Peso más, peso menos, alrededor de tres dólares. El triple de lo que costaba la misma bebida, de la misma marca, dos décadas y media atrás.
Pero no sólo la cerveza está hoy más “verde” que nunca. Un paquete de yerba de un kilo costaba entonces alrededor de $ 2 (U$S 2), mientras que en este 2024 ronda los $ 4.800, poco más de cuatro dólares considerando la cotización blue.
Más comparaciones. El saché de leche entera de primera marca costaba $ 1 o U$S 1 en los ‘90, y hoy ronda los $ 1.500, casi un dólar y medio. El kilo de asado salía $ 5 / U$S 5, mientras que hoy, como muy barato, se consigue a $ 7.500 (U$S 7).
Lo mismo pasa con las gaseosas, los productos de limpieza, los fideos, el azúcar, el café… Y la lista sigue. Todo está hoy más caro en dólares que en la convertibilidad del 1 a 1.
Definitivamente, la Argentina está cara en pesos y también en dólares. Incluso contra sí misma.
