El sexto caso de viruela del mono de Argentina se confirmó en Córdoba. El Laboratorio Anlis Malbrán de Buenos Aires detectó la infección a través de un análisis molecular de PCR. Se trata de un joven de 25 años que había regresado de México.
Miguel Díaz, presidente de la Comisión Clínica del Ministerio de Salud provincial, informó que –por el momento– se descartan nuevos casos relacionados. El joven –oriundo de la ciudad de Córdoba– se aisló inmediatamente comenzó a sentir síntomas y actuó de manera correcta.
El infectólogo aclaró que, por ahora, no hay circulación comunitaria del virus. Tampoco otros casos relacionados con el “paciente cero”.
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Este es el sexto caso de viruela símica que se confirma en el país.
El 9 de junio, el joven de 25 años viajó a México. Permaneció unos días y regresó el 20 de junio.
Entre el 17 y el 19 de junio comenzó a sentir los primeros síntomas: fiebre, fuerte dolor de cabeza y malestar en general. En ese momento se enteró que una de las personas –con las que había estado de viaje– se había infectado con el virus de la viruela símica.
Cuando llegó se aisló y contactó a su médico de cabecera.
“Ya se había aislado. Permaneció sin contacto con nadie. Llegó y se guardó. Tuvo una conducta muy responsable. Como avisó rápido a su médico personal, la comunicación temprana nos permitió el abordaje y prevención de nuevos casos”, agregó Díaz.
El sábado pasado fue evaluado en el hospital Rawson. Las muestras fueron enviadas al Malbrán, que confirmó el diagnóstico. Su estado de salud es bueno, explicó el infectólogo. No necesitó internación.
¿Cómo es el tratamiento?
El manejo del paciente se realiza en forma ambulatoria. Es decir que no está internado. Los controles clínicos se hacen por teléfono. Los profesionales de la salud que lo asisten personalmente deben contar con todos los equipos de protección personal, por prevención, ya que esta enfermedad reemergente se está estudiando a nivel mundial. También porque se transmite por vía aérea.
La duración del aislamiento dependerá de la evolución de sus lesiones cutáneas o ampollas. “Podrá ser dado de alta cuando desaparezcan las costras”, agregó el profesional.
Una de las características de la infección son las ampollas particulares en determinadas partes del cuerpo. Esas vesículas se transforman en pústulas, porque secretan pus. La principal vía de transmisión es el roce con las ampollas. Cuanto más estrecho el contacto, mayor posibilidad. También se contagia vía aérea, por eso los agentes de salud deben usar barbijos.
La transmisión por contacto sexual se da por lesiones genitales.
El tratamiento es sintomático y no está indicada la vacuna en los casos confirmados, finalizó el director del hospital Rawson.
