El hígado no sólo desempeña un rol crucial en la digestión y el metabolismo, sino que también actúa como un “reloj interno” que regula el apetito en sincronía con el ritmo circadiano del cuerpo.
Ahora, un estudio reciente de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, publicado en la prestigiosa revista Science, descubrió una fascinante conexión entre el hígado y el cerebro que podría explicar por qué algunas personas tienen dificultades para controlar su peso, especialmente aquellas que trabajan en turnos nocturnos o tienen horarios de comida irregulares.
El hígado: un reloj interno que regula el apetito
Los investigadores descubrieron que el hígado envía señales al cerebro a través del nervio vago, informándole sobre el momento adecuado para comer de acuerdo con el ritmo circadiano del cuerpo.
Este ritmo circadiano es un ciclo interno de 24 horas que regula diversas funciones fisiológicas, incluyendo los patrones de sueño-vigilia, la liberación de hormonas y, como se ha descubierto ahora, los hábitos alimenticios.
Cuando se altera el ritmo circadiano, por ejemplo, debido a trabajos nocturnos o a la ingesta de alimentos en horarios irregulares, las señales que el hígado envía al cerebro se desajustan. Esto puede llevar a una sobrecompensación por parte del cerebro, lo que se traduce en un aumento del apetito y en la ingesta excesiva de alimentos en momentos inadecuados.
Genes REV-ERB: la clave del ritmo circadiano en el hígado
El estudio se centró en un grupo de genes llamados REV-ERB, presentes en las células hepáticas. Estos genes son responsables de regular el ritmo circadiano del hígado. Los experimentos con ratones demostraron que cuando se desactivaban los genes REV-ERB, el reloj interno del hígado se alteraba, lo que provocaba cambios drásticos en los patrones de alimentación de los animales.
Los ratones con genes REV-ERB desactivados comían más durante los periodos de menor actividad, lo que sugiere que la función de estos genes es crucial para mantener un ritmo de alimentación saludable.
Un nuevo enfoque para el control del peso: la comunicación entre el hígado y el cerebro
Lo más interesante es que los investigadores lograron revertir los efectos de la alteración del reloj hepático en ratones obesos al cortar la conexión nerviosa entre el hígado y el cerebro. Esto condujo a una normalización de los patrones de alimentación y a una reducción en la ingesta de alimentos.
Este hallazgo abre nuevas posibilidades para el desarrollo de terapias que se centren en la comunicación entre el hígado y el cerebro para ayudar a las personas con problemas de peso.
Se necesitan más investigaciones para determinar con precisión qué tipo de señales químicas envía el hígado al cerebro a través del nervio vago, pero este descubrimiento representa un avance significativo en la comprensión de la compleja relación entre el reloj interno del cuerpo, los hábitos alimenticios y el control del peso.
