Aunque los efectos del Covid-19 en el cuerpo fueron ampliamente estudiados, una nueva investigación publicada en la revista Nature Communications revela un hallazgo inquietante.
Incluso quienes nunca contrajeron el virus pueden haber sufrido un deterioro en su salud cerebral tras la pandemia.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Nottingham, quienes analizaron escáneres cerebrales de casi 1.000 adultos sanos tomados antes y después de la pandemia. Gracias al uso de inteligencia artificial, lograron estimar la “edad cerebral” de cada persona, es decir, cuán envejecido parece su cerebro en comparación con su edad real.
Efectos en personas mayores, hombres y sectores más vulnerables
Los investigadores encontraron un aumento significativo en los signos de envejecimiento cerebral, incluso en personas que no tuvieron Covid-19. El fenómeno fue más marcado en adultos mayores, varones y personas de contextos socioeconómicos desfavorecidos.
“Lo que más me sorprendió fue que incluso las personas sin infección mostraron aumentos significativos en las tasas de envejecimiento cerebral”, afirmó el doctor Ali Reza Mohammadi Nejad, autor principal del estudio. “Esto demuestra cuánto la propia experiencia de la pandemia, desde el aislamiento hasta la incertidumbre, puede haber afectado al cerebro”.
El rol del entorno y la salud mental colectiva
Para los investigadores, el hallazgo deja una enseñanza clave: la salud cerebral no se ve afectada solo por enfermedades físicas, sino también por el entorno.
La profesora Dorothee Auer, especialista en neuroimagen, advirtió que los efectos podrían ser reversibles, pero es urgente monitorear el impacto de eventos como la pandemia sobre la salud mental y cognitiva.
Aunque aún no se sabe si estos cambios son permanentes, los científicos son optimistas. El estudio sugiere que las secuelas podrían mitigarse con intervenciones adecuadas y mejores políticas de salud mental.