La constante suba del dólar paralelo de la semana pasada mantuvo a los argentinos en vela, y en especial a quienes en sus empleos dependen de alguna manera de los vaivenes de la divisa estadounidense.
Algunos de los afectados plantean en diálogo con La Voz su situación frente al contexto económico. Odontólogos, ópticos y autopartistas son sólo algunos de los rubros más impactados por la incertidumbre actual.
Frustración, inquietud, desazón y hasta bronca, son algunas de las emociones y sensaciones que experimentan quienes trabajan de manera independiente, ya sea ejerciendo su profesión o llevando adelante su propio negocio.
Y en todos los casos, un mismo factor se repite a la hora de analizar los inconvenientes actuales: el dólar. Dado que los costos de muchos de los artículos e insumos necesarios para el ejercicio de esos oficios y profesiones dependen de esa moneda, por ser importados, la constante suba repercute de manera directa en su trabajo diario.
Fluctuaciones de precios
Entre los principales problemas se cuentan los constantes aumentos de precios. Si bien el dólar es la mayor influencia, también la inflación golpea los costos en pesos argentinos. Este punto afecta tanto a quienes prestan servicios o venden productos, como a los consumidores que deben pagarlos.
En el rubro de la odontología se trabaja con presupuestos fijos para determinados tratamientos o procedimientos bucodentales. “Tenemos que bancarnos estas fluctuaciones de precios porque no tenemos manera de compensarlas”, explica la odontóloga cordobesa Sofía Di Paolo.
“No podemos actualizarles a los pacientes un presupuesto de un servicio cada 15 días”, explica la profesional. De esa manera, a los profesionales no les queda otra alternativa que asumir las pérdidas .
Di Paolo elige productos de primeras marcas importadas para su trabajo, cuyo faltante es resuelto hoy optando por segundas marcas. “Con el flujo de pacientes que nosotros manejamos en la clínica no podemos frenar nuestro trabajo y tenemos que cubrir esa demanda”, explica la profesional.
En el sector de las ópticas, los lentes de contacto están entre los artículos más vendidos, pero según representantes de estos negocios dejan muy poco margen de ganancia, por lo que ante una mínima variación en los precios se empieza a especular con un aumento en los valores al público.
“Si te dedicas a modificar los precios conforme se dan los movimientos del dólar, para evitar perder dinero, no vendés y te quedas afuera del mercado”, le dijo a La Voz el dueño de la óptica ubicada en el Centro de la ciudad de Córdoba.
El sector no está demasiado afectado por la falta de stock, pero se evita la venta de artículos importados por la imposibilidad de establecer un precio acorde a la cotización del dólar. “La mercadería importada se cuenta en billetes dólar”, resumió un comerciante.
Más incertidumbre
Desde el sector de neumáticos y autopartes explican que frente a la suba y baja del dólar hubo distintas acciones que se fueron tomando en relación a los proveedores y los clientes. Aunque esas decisiones fueron distintas en cada uno de los comercios. Así, hay quienes aumentaron algunas líneas de productos, y otros que prefirieron esperar.
“La situación trae más de lo mismo: incertidumbre. El interrogante es cómo vuelvo a comprar y cuánto de ganancia dejará cada producto, porque entre el aumento del dólar y los impuestos se pierde buena parte de la rentabilidad”, indicó Fabián Servetto, presidente de la Cámara de Empresarios de Repuestos Automotor y Afines de Córdoba (Cerac).
Discontinuados y faltantes
El faltante en artículos importados es una problemática que viene desde hace meses en el país. En Córdoba, uno de los sectores impactados por las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para preservar los dólares de las reservas, es el de los neumáticos y las auto partes. Según aseguran, el stock disponible de productos importados es cada vez menor.
“Actualmente, casi no hay artículos originales. Se consigue algo de origen chino, que son los productos que llamamos ‘alternativos’. Eso puede generar una ventana de posibilidades para conseguir mercadería apelando al dólar de contado. No es lo ideal, pero es lo que te permite tener algo de stock para poder trabajar”, señaló Servetto.
Segundas marcas y productos usados
Frente a la suba de precios, cada vez son más los consumidores que buscan segundas marcas o productos usados. En las ópticas, no son pocos los clientes llegan con anteojos viejos y sólo apuntan a renovar los cristales.
En el caso de los neumáticos, el faltante de varias medidas y modelos generó hace un tiempo ventas “paralelas” de cubiertas, con gente que terminaba pagando cualquier precio, sin importar su origen.
Raúl Millicay, encargado del Taller Elías, de la ciudad de Córdoba, cuenta que por la dificultad en conseguir repuestos se paraliza la salida de vehículos del espacio de trabajo. En ciertos casos, un auto puede quedar estacionado en el taller por dos meses, y eso significa que hay una persona que se queda sin poder utilizar su auto particular.
“En parte entiendo al proveedor que retiene los repuestos por no poder fijar un precio. Pero lo cierto es que con la suba del dólar la situación se volvió caótica a nivel general, en lo económico y en lo social”, reflexiona Millicay.