Un nuevo estudio clínico desarrollado en España sugiere que un componente central de la dieta mediterránea podría convertirse en un aliado clave para las mujeres que sufren dolor menstrual intenso.
En mujeres con endometriosis, su consumo habitual se asoció con una reducción del 14,3% del dolor, y más del 50% de las participantes reportaron mejoras significativas en su calidad de vida.
Mejor calidad de vida y menos inflamación
Además de aliviar el dolor menstrual, el estudio indica que el aceite de oliva virgen extra (Aove) también ayuda a reducir otros síntomas de la endometriosis, como el dolor pélvico crónico y las molestias intestinales asociadas (como el dolor al defecar).
También se observó una leve disminución en los niveles de marcadores inflamatorios en sangre, lo que respalda su potencial efecto terapéutico.
La investigación, que aún se encuentra en fase de análisis final, apunta a que ciertos hábitos alimentarios podrían complementar los tratamientos tradicionales, especialmente en una enfermedad que muchas veces se diagnostica tarde y no siempre responde bien a los fármacos.
El poder terapéutico de lo que comemos
Los investigadores destacan las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del aceite de oliva como posibles responsables de los beneficios observados. Aunque los resultados finales aún están pendientes, los primeros datos permiten vislumbrar una alternativa natural para millones de mujeres.
Un estudio anterior sugiere que la oleuropeína, un compuesto que se encuentra en el aceite de oliva y las hojas de olivo, puede tener el potencial para tratar la endometriosis con menos efectos secundarios que los tratamientos actuales.
Una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres
La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad fértil. Se caracteriza por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, lo que genera dolor, inflamación y, en muchos casos, problemas de fertilidad.
Hasta el 15 por ciento de las mujeres en edad reproductiva padecen esta enfermedad, caracterizada por dolor pélvico, dolores menstruales e infertilidad que se desarrolla cuando un tejido como el revestimiento del interior de la matriz crece fuera del útero. Este crecimiento puede inflamarse y sangrar, provocando dolor y otros síntomas.
La endometriosis depende del estrógeno, una hormona muy conocida por regular las funciones reproductivas de la mujer. El estrógeno también afecta a otros órganos, como el corazón y los vasos sanguíneos, los huesos, los senos, la piel, el pelo, las membranas mucosas, los músculos pélvicos y el cerebro.