Según Aníbal Manavella, decano de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba, la intervención puede ser atractiva para la gente, "pero no quiere decir que sea lo correcto hacer", porque "el valor de novedad suele ir en detrimento de la preservación de los valores culturales del objeto patrimonial".
Manavella aclaró que no puede "dar fe" si la restauración en marcha es correcta o no porque no hizo un análisis, pero admitió que los colores aplicados "pueden ser ciertos, de acuerdo a lo que hizo Augusto Ferrari", el artista que diseñó los Capuchinos.
Al arquitecto le gustaría saber cuál es la técnica utilizada por los restauradores, y dijo que "no es lo mismo pintar el ferrite que insertarlo en el revoque para conformar la textura". Manavella opinó que los colores usados "son impactantes visualmente" y cree que "habrá que acostumbrarse".
Omar Demarchi, de Patrimonio Cultural de la Provincia, planteó que el material utilizado en la pintura de la iglesia (ferrite mezclado con químicos) "es acertado".
En cuanto a los colores del templo, Demarchi aclaró que los cordobeses se acostumbraron a verlos atenuados por efectos del tiempo. "En la torre pintada se ven colores saturados, fuertes, pero el sol se encargará de aclararlos en poco tiempo", señaló.
"Tengo una opinión positiva de la restauración, la iglesia quedará bien, y con colores atenuados, más suaves", prosiguió Demarchi, para quien la obra de los Capuchinos "es necesaria" por su enorme deterioro. "Hace años que los frailes quieren restaurarla", añadió.
Dos arquitectos opinan sobre las obras
Aníbal Manavella y Omar Demarchi dieron su punto de vista sobre la restauración de la iglesia de los Capuchinos.
17 de junio de 2016,
