En Córdoba, durante 2022, se iniciaron 18 causas judiciales relacionadas con femicidios en las que hubo 18 víctimas directas. De ese total, todas eran mujeres cis: 17 de nacionalidad argentina y una de nacionalidad chilena, según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA) de la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).
A su vez, se contabilizaron con 18 sujetos activos identificados. En base a estos datos, se calculó la tasa de víctimas directas de femicidio cada 100.000 mujeres que asciende a 0,92. Esto equivale a un femicidio directo cada 108.763 mujeres en la provincia de Córdoba.
El relevamiento incluye datos sobre las causas de la provincia de Córdoba, analizados este año por la Oficina de la Mujer de Córdoba, que depende del Tribunal Superior de Justicia.
Respecto del vínculo entre las víctimas directas y los sujetos activos, seis eran parejas y seis exparejas. Esto representa un 66,6% del total de víctimas. En el resto de los casos, uno era cuñado de la mujer, un victimario tenía una relación sexo afectiva y cuatro sujetos mantenían otro tipo de vínculo con la víctima (laboral, compañero de vivienda, vecino, cliente prostituyente de la víctima).
En cuanto a la ubicación geográfica del hecho, seis ocurrieron en la ciudad de Córdoba y 12 en el interior provincial. Y el 61% de los hechos sucedió en la vivienda de la víctima (en seis casos, el inmueble en cuestión era compartido entre víctima y victimario).
También se identificaron dos víctimas de femicidio vinculado (un varón cis y una mujer cis).
Relevamiento propio
El relevamiento que hace La Voz tiene una pequeña diferencia con el dato validado por la Corte. En Córdoba hubo 19 femicidios directos en 2022, lo que representó una suba importante respecto de los dos años anteriores: en 2021 se habían registrado 15 asesinatos de mujeres y en 2020, 13. Además, la mayoría de las víctimas tenía al menos un hijo.
De los 19 femicidios de 2022, en 13 el atacante era pareja o expareja de la víctima, es decir en un 68 por ciento de los casos. Por su parte, en todas las muertes el atacante formaba parte del entorno familiar (yerno, hijo, sobrino, padre, pareja o ex).
En otro caso, el del femicidio vinculado de William Jesús de Martínez, en Santa Rosa de Calamuchita, el atacante fue el actual novio de su exnovia, César Manuel Vázquez Mauricio. Los femicidios vinculados son aquellos en los que el atacante mata a una persona cercana a la mujer para provocarle un daño a ella.
Lo mismo sucedió con el asesinato de Ignacio Galarza, que ocurrió en Morteros en mayo del año pasado. Su padre, Sergio Domingo Galarza, asesinó a su pareja, Susana Chiappero y luego hirió al hijo de ambos, Ignacio, de cuatro años.
En todos los casos el acusado está detenido o imputado. De los 18 femicidas, 11 están detenidos, cinco se suicidaron y de los otros dos no hay datos actualizados de su estado.
Datos nacionales
El año pasado se registraron 252 víctimas letales de violencia de género. Del total de víctimas, 226 fueron víctimas directas (219 mujeres cis y siete mujeres travestis/trans). También se contabilizaron 26 víctimas de femicidio vinculado.
La edad promedio de las víctimas directas de femicidio era de 40,8 años. Del registro se pudo conocer que 227 niñas, niños y adolescentes se encontraban a cargo de las víctimas directas de femicidio.
Metodologías de trabajo
La OM de la CSJN trabaja con todas las jurisdicciones del país para obtener la información relativa a las causas, las víctimas y los sujetos activos. La actualización anual de estos registros sirve para conocer su evolución/comportamiento a lo largo del tiempo y de insumo clave para el diseño de políticas públicas.
El seguimiento de las causas está a cargo del Centro de Gestión Estratégica y Estadísticas del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, dependencia que también colaboró con OM Córdoba para la elaboración de este registro.
El conteo de femicidios que realiza La Voz desde 2012 también permite analizar las características de los casos y dar dimensión de un problema social y estructural en todo el mundo. La mirada local posibilita también individualizar cada caso, poder explicar las situaciones generales por las que atraviesan las víctimas a través de casos puntuales, para concientizar sobre la problemática y también hacer un seguimiento de las causas judiciales.
Lo cierto es que hay casos que pueden ser clasificados rápidamente como femicidios, tal cual lo indica el Código Penal Argentino en su artículo 80, en el que habla de la “figura agravada del homicidio cuando un hombre mata a una mujer y medie violencia de género”.
En otros casos a veces no está muy claro en un inicio si se trató de una muerte por motivos de género o si responde a otras causalidades. Por ello, estos números son una aproximación, no una realidad acabada.
