El secretario general del gremio de trabajadores de peajes (Uecara) en Córdoba, Gustavo Rossi, detalló que el sector cuenta hoy con unos 2.400 empleados distribuidos en Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Mendoza y provincia de Buenos Aires. De ese total, cerca de 300 siguen realizando tareas de cobro manual en cabinas, pese a la expansión de los sistemas dinámicos y del telepeaje en la red concesionada.
De acuerdo con los testimonios recogidos por el sindicato entre el personal de cabina, son precisamente los vehículos de alta gama los que, con mayor frecuencia, optan por abonar el peaje en efectivo y no mediante dispositivos electrónicos o medios bancarizados, señaló Rossi. El dato le fue aportado por los propios peajistas.
“Es el usuario que tiene todas las posibilidades de usar medios de pago modernos, pero elige seguir pagando en billetes”, resumen en el gremio, al describir una realidad que se replica en distintas estaciones de la concesionaria Caminos de las Sierras.
El efectivo que mantiene vivas a las cabinas
Para Rossi, este comportamiento de los conductores de autos premium se convirtió en un factor clave que retrasa la completa automatización del sistema.
“Mientras esa conducta se mantenga, va a seguir subsistiendo el cobro manual”, advierten desde el sindicato, especialmente en los corredores donde aún se permite el pago en efectivo y no se ha impuesto de manera obligatoria el uso de telepeaje.
En la práctica, esto implica que los concesionarios deben sostener infraestructura, personal y turnos completos en cabinas que podrían tener un flujo menor de autos si la mayoría de los usuarios migrara a medios de pago electrónicos.
La paradoja, señalan, es que son justamente quienes conducen vehículos de mayor valor los que más resisten el cambio tecnológico, en contraste con una base creciente de usuarios que se volcó al telepeaje por comodidad o por beneficios tarifarios.
Rossi y su equipo recuerdan que, en los corredores más automatizados del país, como los accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, prácticamente ya no quedan cabinas atendidas por personal y el sistema funciona casi por completo mediante dispositivos electrónicos y facturación posterior de infracciones. En Córdoba, en cambio, la persistencia del efectivo —sobre todo entre conductores de alta gama— obliga a sostener un modelo mixto que combina carriles manuales y telepeaje.
Reforma laboral y tecnología: una discusión atravesada por el efectivo
Este fenómeno se da en paralelo al debate nacional por la reforma laboral, postergado hasta febrero, y a la discusión sobre cómo impactan la automatización y la inteligencia artificial en el empleo de los peajes.
Rossi sostiene que el sindicalismo “debe asumir” la necesidad de modernizar la legislación, pero cuestiona que el proyecto oficial se concentre en “bajar salarios y costos laborales” sin incluir un plan concreto de reconversión para los trabajadores que quedarán desplazados de las cabinas.
“Al avance tecnológico y a la inteligencia artificial no se les puede hacer ni paro ni asamblea. O nos subimos a ese tren con capacitación constante, o quedamos fuera del mercado laboral”, insiste el dirigente. Sin embargo, en la vida cotidiana de las rutas cordobesas, el efectivo que entregan muchos dueños de autos de alta gama al llegar a la barrera funciona como un freno práctico a esa transición, porque obliga a mantener puestos manuales de cobro allí donde la tecnología ya permitiría un esquema más automatizado.
En ese contexto, el gremio considera que la reforma laboral debería contemplar no solo las nuevas formas de contratación, sino también el comportamiento real de los usuarios, que en la práctica condiciona el ritmo de la reconversión. “No alcanza con cambiar la ley si no hay una política integral que incluya tecnología, capacitación y un rediseño del sistema de cobro”, señalan en Uecara.
Reconversión laboral: avances y límites del modelo cordobés
Desde 2016, el sindicato de peajes, la Provincia y las autoridades de Trabajo avanzan en un esquema de reconversión laboral para el personal de la empresa Caminos de las Sierras, concesionaria de la Red de Accesos a Córdoba. En agosto de 2018 se firmó un convenio que prevé capacitar a unos 400 trabajadores para que pasen de las cabinas a otras áreas de la compañía sin perder su empleo, con formación en servicios, mantenimiento y tareas administrativas, en articulación con la Universidad Nacional de Córdoba.
El programa es mostrado como un caso testigo de cómo anticiparse al reemplazo de puestos por tecnología. Sin embargo, el propio gremio reconoce que la presencia sostenida de usuarios que pagan en efectivo, en especial quienes conducen vehículos de alta gama, obliga a mantener parte de la dotación en las cabinas y ralentiza el traslado de todo ese personal hacia nuevas funciones.
