Un informe destaca que los educadores temen que los estudiantes utilicen herramientas como ChatGPT para hacer trampa en tareas y exámenes, lo que podría comprometer el desarrollo de habilidades críticas como el pensamiento analítico y la resolución de problemas. Sin embargo, los mismos maestros están usando IA para optimizar sus labores, desde calificar ensayos hasta planificar lecciones y tutorizar a estudiantes con dificultades.
Según el artículo de The New York Times, muchos docentes ven en la IA una forma de ahorrar tiempo en tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse más en la enseñanza personalizada.
Por ejemplo, Jon Gold, un profesor de historia en Rhode Island, utiliza ChatGPT para crear planes de lecciones, pero prohíbe a sus estudiantes usarlo para ensayos o investigaciones.
“Estoy más a favor de la alfabetización en IA que del uso directo de la IA”, afirmó Gold. Esta postura refleja una tendencia común: los maestros valoran las posibilidades de la tecnología, pero temen sus implicaciones en el aprendizaje estudiantil.
Preocupaciones éticas y prácticas
El uso de la IA por parte de los maestros no está exento de críticas. Algunos estudiantes consideran hipócrita que los educadores empleen estas herramientas mientras se las prohíben a ellos.
“La mayoría de los profesores y estudiantes ya utilizan” la IA, afirmó Jennifer Carolan, exprofesora de Historia y fundadora de Reach Capital, una empresa de capital riesgo que invierte en herramientas de aprendizaje de IA.
En un sondeo citado por el New York Times, varios estudiantes expresaron sentirse insultados por el hecho de que sus trabajos sean calificados por IA, especialmente porque estas herramientas pueden cometer errores y no siempre captan matices humanos.
Además, expertos advierten sobre los riesgos de una dependencia excesiva en la IA. Un estudio mencionado en el informe señala que el uso constante de estas tecnologías podría reducir las habilidades de pensamiento crítico en los estudiantes, especialmente en los más jóvenes, que aún están desarrollando fundamentos de conocimiento.
“La IA puede mejorar la eficiencia, pero también puede disminuir el compromiso crítico”, indica el análisis.

¿Trampa o ayuda con la tarea?
Entre los estudiantes de secundaria, se ha corrido la voz sobre una solución para las tareas de matemáticas difíciles. Si tomas una fotografía de un problema y la introduces en una de las varias aplicaciones gratuitas de IA, el software te mostrará la respuesta correcta y desglosará la solución paso a paso.
Es fácil copiar esos pasos, tal como si hubieras resuelto el problema a mano.
Alex Baron, administrador de la E.L. Haynes Public Charter School de Washington, dijo que consideraba que las tan utilizadas aplicaciones de matemáticas eran una forma de hacer trampa.
Las calificaciones automatizadas también se están aplicando en escenarios de alto riesgo, como los exámenes que determinan si los estudiantes se gradúan de la escuela secundaria.
En 2020, el estado de Texas firmó un contrato de cinco años y 391.000.000 dólares con la empresa de tecnología educativa Cambium Assessment, en parte para automatizar la calificación de redacciones de los estudiantes.
La tecnología no es IA generativa con acceso a internet abierto, sino que utiliza una forma más antigua de inteligencia artificial entrenada mediante muestras de ensayos calificados por humanos.
A principios de este año, los funcionarios escolares de Dallas se quejaron después de que el software calificó algunas preguntas de los exámenes estatales y los puntajes fueron más bajos de lo que esperaban los líderes del distrito. Cuando el distrito presentó unas 4600 muestras de redacciones de estudiantes para su reevaluación, cerca de 2000 recibieron una puntuación más alta.
Jake Kobersky, portavoz de la Agencia de Educación de Texas, dijo que los ajustes fueron menores en el contexto de las 71.000 muestras de redacciones de Dallas. Dijo que el estado seguía confiando en la tecnología.
El futuro de la IA en la educación
A medida que la IA se integra más en las escuelas, el debate sobre su uso ético y efectivo se intensifica. Algunos educadores abogan por un enfoque equilibrado, donde la IA se utilice como una herramienta complementaria y no como un reemplazo del trabajo humano.
En los últimos dos años, las empresas que trabajan en el nexo entre la inteligencia artificial y la educación han recaudado 1500 millones de dólares, según un análisis de Reach Capital, la empresa de capital riesgo.
Los principales actores en tecnología educativa, como Google, Microsoft y Khan Academy, también han hecho un gran alarde de la IA para la investigación de los estudiantes, la tutoría y la planificación de las lecciones de los profesores.
Robert Wong, director de gestión de productos de aprendizaje y educación de Google, dijo que las herramientas son muy valiosas para los estudiantes cuyos padres no pueden ayudarles con los deberes de matemáticas.
Wong dijo que la visión de la empresa para la IA es proporcionar “un tutor para cada alumno y un asistente para cada profesor”.
El chatbot Gemini de Google, por ejemplo, puede sondear a los estudiantes con preguntas que les inciten a demostrar y practicar lo que saben.
Otros, sin embargo, temen que las empresas tecnológicas estén priorizando aplicaciones de IA que puedan interrumpir las relaciones humanas esenciales en la enseñanza, en lugar de desarrollar herramientas que aligeren las cargas burocráticas de los maestros.
El informe del New York Times concluye que la IA ya es una realidad en la mayoría de las aulas, utilizada tanto por maestros como por estudiantes. La clave, según los expertos, será encontrar un equilibrio que maximice los beneficios de la tecnología sin comprometer los valores fundamentales de la educación.