Casi el 90% de los 569.654 pobres en el Gran Córdoba recibe, al menos, un plan “no monetario” del Gobierno de Córdoba. Y una importante proporción mucho más que un plan. Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Economía y Gestión Pública de Córdoba, el 28,4% de estos hogares pobres reciben cuatro o más beneficios; un 17,3% tiene tres; otro 28,9% suma dos y cuenta con una ayuda el 25,4%.
Hay que tener en cuenta que en un hogar con varios niños, que todos reciben el Paicor, se cuenta una sola vez el plan, por lo que medido de otro modo el número de beneficios puede ser todavía mucho mayor.
Como principal resultado de esta cobertura social, el Gobierno provincial midió que con el impacto de los beneficios no monetarios la pobreza medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se reduce en cerca de 3 puntos porcentuales. En números: el Indec informó que la pobreza del segundo semestre de 2024 fue del 38,1% y afectó a casi 18 millones de personas en todo el país. En el Gran Córdoba, la pobreza bajó al 35,5% y afectó a 569.654 personas, según este registro, lo que significó una caída del 14% respecto al primer semestre de 2024 y del 3,7% en comparación con el segundo semestre del 2023.
“Al comparar Monitoreo de Condiciones de Vida, que incluye los planes sociales de la Provincia, con Encuesta Permanente de Hogares, elaborado por el Indec, podemos decir que con la incidencia de los planes no monetarios, la pobreza se reduciría en 3,5% llegando al 32%”, precisaron desde Estadísticas de la Provincia.
Estos resultados, afirman desde el Gobierno de Córdoba, “dan cuenta de que los planes no monetarios relevados lograron sacar de la condición de indigencia a 38.000 personas y de la pobreza a 54.000 personas”.
El alcance de estos planes sociales es del 89% del universo de personas pobres. Es un buen número, para el Gobierno.
Laura Jure, ministra de Desarrollo Social y Promoción del Empleo en Córdoba, dijo que este alcance muestra que “los planes llegan donde tienen que llegar” y defendió la transparencia en los mecanismos de asignación de los beneficios, que se tramitan de manera digital y tienen como base para el acceso parámetros claros que se cruzan permanentemente con los datos de Anses y el Sintys. “Nadie intermedia nada”, resaltó.
El plan de mayor alcance es el Programa de Asistencia Integral de Córdoba (Paicor), con más de 294.000 estudiantes beneficiarios. Los inscriptos en este programa crecieron un 18% de un año a otro.
“Es importante el esfuerzo que hace la Provincia para sostener estos beneficios, aun con el incremento de la demanda”, valoró la ministra.
También se incrementó fuerte la demanda del Boleto Educativo Gratuito (BEG), que llega a más de 240.000 beneficiarios en la actualidad. Este es el programa menos focalizado en pobres, puesto que sus requisitos no están vinculados en forma directa a ingresos, sino a una condición: ser alumnos o docentes activos en el sistema público o tener becas en el sistema privado.

Un “combo” muy frecuente en los hogares es tener a niños con BEG y en el Paicor. También pueden estar incluidos en el programa de fortalecimiento alimentario Más leche, más proteínas. Esta integración de beneficios fue resaltada por Jure como una política que busca “un abordaje integral” de las familias.
Lo mismo ocurre con las líneas destinadas a mujeres embarazadas, que tienen una multiplicidad de beneficios, que pueden asociarse.
El programa de Protección de la Embarazada y su Bebé entregó beneficios a 88.500 mujeres embarazadas, niñas y niños en sus primeros 45 días de vida. A su vez, los programas para las infancias son numerosos y muy diversos. En total, alcanzan a más de 27.900 niños, niñas y adolescentes e incluyen los que asisten a las 432 Salas Cuna que hay en toda la provincia; los 12 Centros de Cuidado Infantil que son espacios de cuidado destinado a la primera infancia; los 43 centros socioeducativos; las 17 Casas Abiertas y los programas de Protección Integral de Derechos de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) que cuenta con 16 espacios de acogimiento residencial; 14 organizaciones de gestión asociada (OGAS); y el programa Familias de Acogimiento, con 190 familias participantes.
Los adultos mayores también son objeto de una oferta variada de ayudas sociales. El Plan Córdoba Mayor tiene a 50 mil personas que asisten 130 centros de jubilados, 44 centros de personas mayores y 225 espacios que se gestionan mediante convenios con municipios y/o comunas. El Boleto Adulto Mayor (BAM) suma 131.000 beneficiarios.
En lo que respecta a programas para personas con discapacidad, hay 15 mil personas contenidas en 164 instituciones de la sociedad civil, listaron desde la Provincia.
Hay otros dos boletos subsidiados: el Boleto Obrero Social (BOS) que llega a 28.400 beneficiarios y el Boleto Social Cordobés (BSC) con 17.900 más.

La Tarifa Solidaria que bonifica servicios de luz, agua y el impuesto provincial de Rentas alcanza a 140 mil familias. Y la Tarjeta Social, que cubre las necesidades alimentarias básicas de personas en situación de indigencia, actualmente es recibida en más de 45.000 hogares cordobeses. Es casi de cajón que un grupo familiar que recibe la tarjeta social es beneficiaria de tarifas solidarias.
La clase media empobrecida
Para Jure, uno de los aspectos que resulta más relevante del momento es el incremento de la demanda de asistencia de sectores que por primera vez acuden a una ayuda estatal. Es la clase media empobrecida.
Un indicador es el incremento en las solicitudes que se rechazan por no cumplir algunos de los requisitos en el Paicor -que demanda ingresos por debajo de la pobreza, además de no tener un auto de menos de 10 años de antigüedad y una sola propiedad-. Pero la funcionaria también observa esto en la solicitud de créditos en el Banco de la Gente, que como exigen sí o sí una garantía sí precisan que el solicitante tenga ese respaldo de capital.
“Se está haciendo un gran esfuerzo en sostener estos programas, pero como sabemos la pobreza no depende de la Provincia, sino que es resultado de políticas nacionales. En Córdoba hay superávit y cuentas ordenadas, lo que hace posible que podamos destinarlo a mejorar las condiciones de vida de la población”, destacó Jure.