Un estudio realizado por la agencia Bumeran, en el que participaron 4.033 personas trabajadoras y especialistas en recursos humanos de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú, reveló que el 55% de los empleados en Argentina ya utiliza Inteligencia Artificial (IA) en sus tareas diarias.
Este porcentaje representó un aumento significativo de 24 puntos porcentuales respecto a 2024, cuando solo el 31% de los trabajadores declaraba usar esta tecnología.
El informe, titulado “IR en el trabajo 2025″, exploró cómo se incorpora la IA en las tareas laborales, tanto en general como en el área de Recursos Humanos (HR), y analizó los beneficios, desafíos y perspectivas futuras de su implementación.
Según el estudio, el 55% de los trabajadores afirmó que utiliza IA en sus tareas diarias, mientras que el 45% restante no la incorporó. Entre quienes sí la usan, el 51% consideró que la tecnología es “útil” o “muy útil” para sus labores, mientras que el 47% no la consideró beneficiosa.
En cuanto a la frecuencia de uso, el 32% de los empleados declaró que utiliza IA “casi todos los días”, seguido por un 30% que la emplea “diariamente”. Un 21% la usa “una vez por semana”, mientras que el 9% afirmó que la utiliza “todo el tiempo”. Solo el 8% la emplea “una vez por mes”.
En tanto, entre los trabajadores que no incorporaron IA en sus tareas, el 47% señaló que desconocía cómo utilizarla, mientras que el 22% indicó que su empleador no se lo permitía. Además, el 18% no consideró necesario su uso, el 16% prefirió realizar su trabajo sin IA, el 7% no logró acostumbrarse y el 2% admitió no llevarse bien con la tecnología.
El estudio también indagó sobre las políticas de las empresas respecto al uso de IA. El 35% de los trabajadores afirmó que sus organizaciones permiten el uso de IA sin regulaciones específicas, mientras que el 28% indicó que sus empleadores promueven activamente su uso. Por otro lado, el 27% señaló que sus empresas permiten el uso de IA pero no lo fomentan.
Beneficios y desafíos de la IA en el trabajo
Entre los beneficios más destacados de la Inteligencia Artificial, los trabajadores mencionaron el ahorro de tiempo (60%), la agilización de tareas (56%), el acceso rápido a la información (49%) y la optimización de procesos (38%). Además, el 30% destacó que la IA automatiza tareas repetitivas, mientras que el 29% valoró su capacidad para analizar datos complejos.
Sin embargo, también se identificaron desafíos. El 40% de los encuestados señaló que la falta de conocimiento sobre cómo usar la IA es un obstáculo, mientras que el 37% mencionó la resistencia al cambio por parte de los empleados. Otros desafíos incluyeron la necesidad de datos precisos (33%), la falta de infraestructura adecuada (27%) y la posibilidad de sesgos en los algoritmos (25%).
Si bien el avance de la Inteligencia Artificial es evidente, esto trae algunos temores y dudas sobre el futuro cercano. El 96% de los trabajadores creyó que el uso de IA será más común en el futuro, mientras que el 64% consideró que la tecnología reemplazará algunos trabajos humanos. No obstante, solo el 20% de los empleados expresó temor a quedarse sin trabajo debido a la IA.
En cuanto a los sectores que podrían ser reemplazados por la IA, los trabajadores mencionaron tecnología y sistemas (48%), marketing y comunicación (36%), administración y finanzas (29%), y educación (26%). Otros sectores como salud, turismo, agricultura y construcción también fueron señalados, aunque en menor medida.
Frente a estos avances de la IA, el 89% de los trabajadores afirmó que pensó en continuar capacitándose en su área para no quedarse atrás, mientras que el 91% consideró la posibilidad de incorporar nuevas habilidades.
Como para ejemplficar, en el ámbito de Recursos Humanos, el 47% de los especialistas consideró que el uso de IA es útil, mientras que el 46% opinó que depende del propósito para el que se la utilice. Solo el 7% la consideró innecesaria.
El 32% de los expertos en recursos humanos afirmó que utiliza IA en el proceso de reclutamiento y selección de talentos, principalmente para la búsqueda de candidatos, la revisión de currículos y la identificación de perfiles que mejor se ajusten a las necesidades de la empresa. Sin embargo, también se identificaron desafíos, como la posibilidad de filtrar candidatos erróneos por fallas técnicas (40%) y la falta de criterio ético en la selección (37%).
Es así que el 91% de los especialistas en en recursos humanos creyó que el uso de IA será más común en el futuro, aunque solo el 8.7% afirmó que las organizaciones están reemplazando roles de talentos por IA. Además, el 31% consideró que habrá perfiles que serán reemplazados por la tecnología, mientras que el 69% no lo cree así.
Agentes de IA: Una herramienta para potenciar el capital humano y transformar el futuro del trabajo
“No es la especie más inteligente, ni la más fuerte la que sobrevive, sino la que se adapta mejor al cambio”, destaca Eduardo Laens, docente y CEO de Varegos, citando a Charles Darwin para enfatizar la importancia de la adaptación en la era de la inteligencia artificial (IA).
El docente plantea un escenario que lo denomina: “Agentes de IA: El trabajo del futuro y el futuro del trabajo”. Laens subraya que la IA no es una amenaza, sino una herramienta que potencia el desempeño humano, liberando a los profesionales de tareas repetitivas para que se enfoquen en actividades que requieren creatividad, análisis crítico y juicio estratégico.
“Los robots no van a quitarnos el trabajo a todos”, afirma Laens. “Las automatizaciones tomarán el trabajo rutinario, pero los roles que demandan habilidades humanas, como la resolución de problemas y la intuición estratégica, seguirán siendo indispensables”. La clave, según él, está en una redistribución inteligente de responsabilidades, donde los trabajadores asuman roles más especializados y de mayor valor agregado.
Laens también destaca la necesidad de un nuevo paradigma en la formación profesional: “Cada salto tecnológico exige que los profesionales se adapten y evolucionen. Hoy, el desafío es cultivar competencias que nos diferencien de las máquinas, como el pensamiento crítico, la inteligencia emocional y el liderazgo”. Para las organizaciones, esto implica promover la educación continua y apoyar el desarrollo del talento interno.
“El éxito de la inteligencia artificial depende de la intervención humana”, sostiene. “Los profesionales definen los objetivos, interpretan los resultados y ajustan los criterios. Las empresas que lo entienden potencian esta colaboración para innovar y diferenciarse en el mercado”.
Es así que Laens afirmó que “el futuro del trabajo no es una lucha entre humanos y máquinas, sino una sinergia enriquecedora. La IA es una oportunidad para potenciar el capital humano, y es la capacidad analítica, crítica y creativa de las personas lo que seguirá marcando la diferencia”.
”La clave del éxito estará en integrar con sabiduría y visión estratégica lo mejor de ambos mundos: el poder de la tecnología y el talento insustituible de las personas”, sentenció Laens.