Un exhaustivo informe elaborado por Bumeran, Great Place to Work Argentina y Diagonal puso en evidencia las profundas desigualdades que enfrentan los profesionales de la llamada generación Silver (personas entre 50 y 65 años) al buscar empleo en el mercado laboral argentino. Los datos son contundentes: el 68% de las empresas consultadas admitió no haber contratado a ningún profesional mayor de 55 años durante el último año, mientras que apenas el 7,41% de sus plantillas está conformado por este grupo etario.
La investigación, que combinó entrevistas a reclutadores con testimonios de trabajadores Silver, mostró cómo los prejuicios relacionados con la edad siguen determinando las decisiones de contratación. El 55% de los profesionales de recursos humanos consultados reconoció abiertamente que la edad fue un factor determinante al momento de evaluar candidatos. Esta práctica discriminatoria se reflejó en las experiencias concretas de los trabajadores: más de la mitad (54%) de los encuestados mayores de 50 años reportó haber sido rechazado en procesos de selección a pesar de cumplir con todos los requisitos solicitados.
La paradoja de la experiencia desvalorizada
Lo más llamativo del estudio es la evidente contradicción entre el valor objetivo que representa este grupo etario y las barreras que enfrenta. Según el Ranking Silver 2024 de Great Place to Work Argentina, el 79% de los trabajadores mayores de 50 años encuentra un profundo sentido de propósito en su labor, porcentaje que supera ampliamente al de generaciones más jóvenes. Su capacidad para resolver problemas complejos, su resiliencia ante los cambios y su disposición para mentorar a colegas más jóvenes fueron destacados como atributos únicos.
“En Great Place to Work creemos firmemente que el futuro del trabajo se construye valorando la experiencia, no descartándola”, afirmó Carlos Alustiza, CEO de la organización. “La generación Silver no solo tiene historia: tiene visión, tiene fuerza, y tiene muchísimo por aportar. Hoy más que nunca, necesitamos espacios donde todas las edades sumen, aprendan juntas y lideren el cambio hacia un mundo laboral más justo”.
Un mercado laboral que envejece pero no se adapta
Las cifras demográficas agregan urgencia al problema. Según proyecciones citadas en el informe, para 2036 habrá más personas mayores de 60 años que menores de 10 en el mundo. Sin embargo, las empresas parecen no estar preparándose para este cambio. Federico Barni, CEO de Bumeran, lo expresó con claridad: “En casi 7 de cada 10 organizaciones no se contrató a ninguna persona mayor de 55 años en el último año. Además, solo el 7% del talento en las organizaciones pertenece al rango de 50 a 65 años. Esto evidencia una baja representación de esta generación en el mundo laboral actual”.
El estudio también analizó las políticas corporativas de inclusión, encontrando una notable disparidad entre el discurso y la práctica. Mientras el 62,96% de las empresas aseguró tener políticas de inclusión en general, apenas el 11,11% contaba con programas específicos para promover la contratación equitativa por edad. Desde la perspectiva de los trabajadores Silver, solo el 44% percibió que su organización implementaba acciones concretas contra la discriminación etaria.
La investigación concluye con un llamado urgente a las empresas para que transformen sus prácticas de contratación y gestión del talento en los años venideros. Se destacó el trabajo de organizaciones como Diagonal, que desde hace más de 20 años acompaña a personas mayores de 45 años en su reinserción laboral. “Buscamos ser un aporte en la construcción de un paradigma del trabajo que valore y respete a cada persona por el aporte singular que puede brindarle a una organización”, explicaron desde la ONG, que forma parte del movimiento global con el slogan #StopEdadismo.
El informe deja en claro que integrar al talento Silver no es solo una cuestión de equidad, sino una necesidad estratégica para las empresas que buscan construir equipos diversos, innovadores y resilientes. En un mundo laboral que cambia aceleradamente, la experiencia acumulada y la perspectiva de largo plazo que ofrece esta generación podrían ser justo lo que las organizaciones necesitan para navegar los desafíos del futuro.