Disfrutar de una cerveza helada, o un buen vino bien frío, no tiene precio. Eso sí, llegar a esa temperatura bajo cero no es nada rápido. Requiere de tiempo y paciencia.
Sin embargo existe un truco que muchos avalan y que permite disfrutar de la bebida preferida a la temperatura ideal en cuestión de minutos.
El asombroso truco para enfriar cerveza o vino en menos de 5 minutos
La cerveza y el vino son bebidas alcohólicas que para muchos resulta más agradable consumirlas frías, pero por falta de tiempo o imprevistos se puede presentar que estas no estén a una temperatura deseada.
Hielo y sal
- Llenar un recipiente grande con hielo picado.
- Agregar sal al hielo, ya que la sal reduce la temperatura de congelación del agua, lo que hará que el hielo se enfríe aún más.
- Colocar la cerveza en el recipiente con hielo y sal.
- Girar la cerveza regularmente para asegurarte de que se enfríe de manera uniforme.
- En unos cuatro o cinco minutos, la cerveza estará lista para disfrutar.
Este es el truco más popularizado, aunque también hay otra opción.
La toalla y el congelador
- Envolver la cerveza en una toalla húmeda. Asegurarse de que la toalla cubra toda la superficie de la botella o lata.
- Colocar la cerveza envuelta en la toalla en el congelador. Dejar durante aproximadamente cuatro minutos.
- Retirar la cerveza del congelador y desenrollar la toalla.
Tanto el vino como la cerveza contienen alcohol, por lo que no se recomienda consumir en exceso, ya que puede contribuir en algunos problemas de salud. Tampoco deben ser consumidas por menores de edad, ni por personas que tienen que conducir un vehículo.
Sirve también para gaseosas y jugo
Este truco casero para enfriar bebidas funciona igualmente bien para gaseosas y otras bebidas sin alcohol. El proceso de enfriamiento se basa en la combinación de agua fría, hielo y sal para acelerar la disipación de calor de la bebida, lo cual es efectivo para una amplia variedad de líquidos, independientemente de si contienen alcohol o no.
Por qué funciona este truco
La clave es la sal. Es la que provoca una reacción endotérmica que permite enfriar la cerveza o el vino rápidamente.
Para disolverse en el agua, la sal necesita el calor. Al estar rodeada de hielo, buscará absorber el calor de la lata, lo que hará que el envase se enfríe mucho antes de lo que lo haría si no hubiera sal en el recipiente.
¡Ojo! Cuantas más bebidas se intenten enfriar, más lento será el proceso.
