La anunciada suba en el precio de la carne vacuna terminó por acelerar en febrero los precios en los supermercados. Según el relevamiento que La Voz realiza mes a mes en las principales cadenas minoristas de la ciudad de Córdoba, la canasta para una familia de clase media se encareció un 3,14%, bastante por encima del 1,9% registrado en el primer mes del año.
Los datos de la canasta del súper en Córdoba
De esta forma, un hogar tipo debió destinar $ 556.064 para realizar sus compras del mes en el súper, unos $ 17 mil más que en enero. En lo que va del año, el incremento de la canasta acumula un alza del 5,14%, mientras que respecto de igual mes de 2024 la suba llega al 42,64%: en febrero del año anterior la misma compra demandaba unos $ 390 mil.
Según la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac), la suba promedio de los precios en febrero (sin ponderarlos en una canasta de consumo como la que releva este diario) rondó el 2,2%, un porcentaje similar al incremento registrado en enero.
“En realidad, si no se hubiera dado un aumento mayor en las carnes y en algunos subproductos lácteos, la suba general de los precios sería incluso menor, del 1,9%”, sostuvo Víctor Palpacelli, vicepresidente de la entidad y titular de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS).
El referente supermercadista confió en que los precios se mantengan en los próximos meses en la misma senda, esperando que la baja de la inflación ayude a recomponer al menos en parte el consumo perdido el año pasado.
No obstante ello, el nivel de ventas sigue estancado. Según Palpacelli, el mes pasado las ventas estuvieron un 6% por debajo de igual mes de 2024 medidas en unidades. Ello evidenció una muy leve mejora respecto de enero, cuando los registros marcaban una baja del 6,5%.
Canasta básica, en alza
Lo ya dicho: en febrero finalmente se observó un esperado pero sensible incremento en el precio de los principales cortes de carne vacuna, lo que terminó impulsando a la suba el costo total de la canasta del súper.
El rubro mostró un incremento promedio del 10,1%, aunque con varios cortes trepando por arriba de esa media.
El asado de tira de novillito, por caso, aumentó un 13,6% para que el kilo se vendiera en torno a los $ 10 mil, lejos de los $ 8.800 que costaba en enero. Pero no sólo subió de precio: la mayoría de los súper también dejaron de realizar ofertas con este corte popular, tal como lo venían haciendo en los últimos meses.
Los cortes de pula también pegaron un salto en sus precios. Por ejemplo, la nalga de novillito subió un 10,5%, con un valor al público que llegó a los $ 13 mil por kilo. La bola de lomo, la paleta y el jamón cuadrado aumentaron en la misma línea.
Sólo la carne molida tuvo un alza menor el mes pasado, del 4,1%, para que la variedad intermedia se ofreciera en torno a los $ 7.500 por kilo.
Pero no sólo subió la carne de vaca en febrero. El pollo fresco también registró un alza muy significativa, del 13,9%, para que el kilo supere los $ 2.600, después de un par de meses casi sin incremento.
Frutas y verduras
La góndola de las frutas y verduras también registró un aumento importante, del 7,5% en promedio, aunque algunos productos mostraron bajas significativas también.
Los aumentos esta vez llegaron por el lado de las verduras de hoja: la acelga se disparó un 53,9%, con el paquete llegando a los $ 1.900, mientras que la lechuga criolla subió un 42,1% para que el kilo se vendiera a casi $ 5 mil.
Las lluvias de las últimas semanas impactaron en las principales zonas productoras, como el Cinturón Verde de la ciudad de Córdoba, complicando la cosecha. Ello restó oferta en el Mercado de Abasto.
También subió la zanahoria, un 2,3%, manteniendo un precio de entre $ 1.500 y $ 1.600 por kilo.
Por el contrario, las tres verduras de mayor rotación bajaron de precio en febrero. La papa blanca bajó un 25%, con ofertas en casi todos los supermercados en el orden de los $ 700 por kilo. El precio del tomate, en tanto, se desplomó un 42%, para venderse a $ 1.700. Finalmente, la cebolla se mentuvo en valores bajos, en torno a los $ 800 el kilo.
Las subas más fuertes, en cambio, llegaron por el lado de las frutas. La naranja casi duplicó su precio de enero (+91%), subiendo a $ 1.800 el kilo, mientras que la manzana se encareció un 22,8% para situarse por arriba de los $ 2.500 por kilo.
Procesados
Los alimentos y bebidas del rubro “Almacén” mostraron una baja promedio de precios en febrero del 1,27%, con varios productos –muchos de primera necesidad– ajustándose a la baja después de varios meses en alza.
La baja más pronunciada fue la del arroz, que el mes pasado estuvo en góndola un 18,7% más barato que en enero: la caja de un kilo de la marca más reconocida estaba apenas por encima de los $ 3.100. Cabe recordar que el arroz fue el alimento que más había subido de precio en 2024.
La yerba también vio retroceder su precio (-13,8%), para que las marcas más demandadas se vendieran en torno a los $ 4.000, y con muchas ofertas según el súper o híper visitado.
Las galletitas de agua (-10,2%) y las harinas de trigo (-4,5%) fueron otros de los productos básicos que bajaron de precio en febrero, lo mismo que el puré de tomates (-13,4%) y el aceite de girasol (-2%).
También bajaron los huevos de color, un 6%, con lo que el precio de la docena se ubicó en $ 3.300.
Las subas llegaron por el lado del café torrado, que aumentó un 9,1%: el paquete de 500 gramos de una primera marca ya orilla los $ 10 mil. Las variedades instantáneas también subieron en febrero.
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También subió el azúcar refinada, un 5,7%, y las bebidas gaseosas, en torno al 5%. Además, los jugos para preparar en polvo se encarecieron más del 10%, superando los $ 350 o $ 400 por sobre.
Por su parte, los productos lácteos se mantuvieron relativamente estables, con la leche estera en sachet subiendo un 2,2% en el mes, para que el litro se ofrezca en $ 1.600. La novedad en febrero fue la ausencia de promociones de leches larga vida: la marca más económica se vendía por arriba de los $ 1.450.
Finalmente, los artículos de limpieza y tocador bajaron un 3,9% sus precios en promedio, con ajustes a la baja en casi todos los productos.
La carne: entre la recuperación de precios y la caída en el consumo
Los especialistas en mercados ganaderos venían anticipando un incremento en el precio de la carne vacuna ya desde fines del año pasado, que en febrero finalmente se concretó y podría consolidarse en marzo y abril.
La suba se explica en buena medida por la menor oferta de hacienda en los mercados concentradores, como Liniers o Cañuelas, situación que viene metiendo presión sobre los precios.
Después de un 2024 en el que, po r la falta de pastura debido a la sequía, los productores liquidaron buena parte de sus stocks, ahora se observa un comportamiento contrario: muchos ganaderos están reteniendo animales para engorde, lo que redunda en una menor disponibilidad de hacienda para el mercado interno.
El precio del kilo vivo de los novillos livianos y medianos aumentó entre un 25% y un 28% en los que va del año, que poco a poco se viene trasladando a las carnicerías.
Los referentes del sector ganadero y frigorífico recuerdan que la carne vacuna fue el alimento que menos aumentó en 2024, y por ello aseguran que los últimos ajustes de precios no implican necesariamente un aumento sino más bien una recuperación.
De todos modos, señalan que con un mercado interno todavía muy deprimido, es necesario esperar para ver si el consumidor convalidará estos aumentos o si el consumo seguirá en baja como en los últimos meses.
Según la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne Vacuna y Derivados de la Argentina (Ciccra), en 2024 el consumo interno de carne vacuna fue de 47,7 kilo per cápita, ubicándose 9% por debajo de 2023 (52,4 kilos), convirtiéndose en el segundo registro más bajo desde que se inició la medición en 1914.