El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad provocada por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo que causa la varicela.
En general se manifiesta como una erupción cutánea dolorosa que puede traer complicaciones severas, especialmente en adultos mayores o personas con el sistema inmunológico debilitado.
Aunque la vacuna contra el herpes zóster ya se aplica en varios países, especialmente en mayores de 50 años, un nuevo estudio sugiere que sus beneficios podrían ir más allá de lo que se conocía hasta ahora.
Menos riesgo de enfermedades del corazón
Según una investigación publicada en el European Heart Journal y liderada por el profesor Dong Keon Yon de la Universidad Kyung Hee (Corea del Sur), la vacuna contra el herpes zóster está asociada con un 23% menos de riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.
El estudio incluyó datos de más de 1,2 millones de personas mayores de 50 años, y los resultados fueron contundentes: entre quienes recibieron la vacuna, se registró una menor incidencia de:
- Ataques cardíacos
- Accidentes cerebrovasculares
- Insuficiencia cardíaca
- Enfermedad coronaria
El efecto protector fue mayor en hombres, personas con estilos de vida poco saludables (fumadores, consumidores de alcohol o sedentarios), y en quienes tenían menos de 60 años al momento de vacunarse.
Cómo actúa la vacuna sobre el sistema cardiovascular
El vínculo entre el herpes zóster y los problemas cardiovasculares ya se había estudiado previamente. Una infección activa puede provocar inflamación, daño en los vasos sanguíneos y formación de coágulos, todos factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
Al prevenir la aparición del herpes zóster, la vacuna reduce estas complicaciones indirectas. Además, la respuesta inmunológica que genera la vacuna viva atenuada podría estar activando mecanismos protectores a nivel sistémico.
El seguimiento de los participantes se extendió por hasta 12 años. La vacuna viva contra el herpes zóster -aún en uso en algunos países- fue el foco del análisis, aunque se prevé investigar si la versión recombinante, cada vez más utilizada, ofrece beneficios similares.
Los autores aclaran que, aunque se trata de un estudio observacional y no puede probar causalidad directa, los resultados son sólidos por el volumen de datos y el control de múltiples variables como edad, sexo, nivel socioeconómico y hábitos de vida.
¿Este hallazgo aplica en todos los países?
Dado que el estudio se realizó en población asiática, se requieren investigaciones complementarias para verificar si el mismo efecto protector ocurre en otras poblaciones. También se necesitan más estudios sobre la vacuna recombinante, ya que no todas las personas pueden recibir la versión viva.
Sin embargo, los especialistas consideran que este hallazgo abre la puerta a repensar el enfoque preventivo en enfermedades cardíacas desde la vacunación.
“Nuestro estudio sugiere que la vacuna contra el herpes zóster podría ofrecer beneficios más allá de la prevención del virus. Incluso en personas sin factores de riesgo previos, puede reducir las enfermedades cardiovasculares”, señala Yon, autor principal del trabajo.