El comisario mayor Mario Tornavaca confirmó en la tarde del sábado que fue hallado el cadáver de un hombre de entre 63 y 64 años y que "podría ser" el remisero Arturo Maturano que fue arrastrado por la corriente del río Guanusacate, por la tormenta del jueves pasado en Jesús María.
En diálogo telefónico con La Voz, el jefe policial manifestó antes de las 21 que un bombero encontró el cadáver de un hombre a unos 8 kilómetros del puente en donde se encontró el auto del remisero arrastrado por la tormenta. Dijo que el cuerpo fue localizado a las 18.30, 18.40,"río hacia abajo, a 30, 35 metros de la margen" del espejo de agua.
El cuerpo estaba en posición "cúbito ventral" y agregó que no puede determinarse bien aún la fisonomía.
Consultado sobre si se trata del remisero Maturano, respondió que "podría ser" él, aunque manifestó que el fiscal debe ordenar la autopsia para confirmar la identidad, cuyos resultados, estimó, podrían estar listos las primeras horas del domingo. Este diario había publicado más temprano, pasadas las 19.45, que el cadáver era de Maturano con base a lo expresado por una fuente policial.
Durante este sábado, trabajaron en busca del resmidero personal de Bomberos de Jesús María, de la Regional 12, personal de Canes y Rastreo de Defensa Civil. de Canes y Rastreo de la Policía, personal del Grupo Especial de Salvamento (GES), de esta Capital, e infantes. Más temprano, también lo buscaron familiares, amigos y remiseros, indicó Tornavaca.
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Cómo fue
El episodio ocurrió cerca de las 5 de ayer cuando la furia de la creciente del río, que hasta un día antes era un cauce casi seco, arrancó más de la mitad del histórico puente.
Antes de que Defensa Civil llegara a clausurarlo, Arturo Maturano (63) lo cruzó, entre la oscuridad y la lluvia, sin percatarse de que ingresaba a una peligrosa trampa. Un vecino fue testigo de cómo ese Chevrolet Corsa azul se desbarrancó y fue arrastrado por la corriente, hasta otro puente que une Sinsacate con Jesús María.
El rescate del auto, horas después del hecho, no trajo alivio a la familia ya que el cuerpo del hombre no fue encontrado siguió sin aparecer, a pesar de los rastrillajes de policías y bomberos.
Mientras, dos agentes de Policía estuvieron en serio riesgo cuando patrullaban el balneario La Toma y fueron “atropellados” por la corriente que los obligó a abandonar el vehículo, al que vieron que el agua llevaba como si fuera un barquito de papel.
El agente Sergio Lucero salió primero pero el cabo Francisco Palomeque intentó maniobrar el auto, aunque debió escapar por la ventanilla cuando el agua ya llenaba la mitad del habitáculo. Según contó a este diario, se arrojó al agua y tuvo que dar algunas brazadas antes de pisar tierra firme donde su colega le tendió la mano.
El móvil policial apareció tres kilómetros más adelante.
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